El 9 de agosto de 1962, con 85 años, murió Hermann Karl Hesse. Recordamos al escritor que había nacido el 2 de julio de 1877.
En esta época sombría plagada de miserias morales y materiales provocadas por la voracidad capitalista, las guerras por la hegemonía planetaria pergeñada en los centros del poder financiero y militar mundial queremos evocar al escritor y poeta de origen alemán Hermann Hesse.
En efecto, el autor de libros perennes como Demián, El lobo estepario y Shiddartha fue ante todo un humanista.
Hesse se opuso de manera férrea al nacionalismo, al militarismo de la ideología nazi.
Defendió frente a las arteras maniobras y ataques del régimen de Hitler, Goebbels y Goering a escritores como Stefan Zweig y Romain Rolland.
Hermann Hesse, realiza en sus obras una defensa explícita del antibelicismo señalando la hipocresía e irracionalidad de la sociedades modernas que exaltan el hiperdesarrollo de la tecnología que contribuye a la generar violencia contra la naturaleza y perturba las relaciones interpersonales.
La lectura de Hermann Hesse es una aguda denuncia contra el autoritarismo en sus diversas facetas: cultural, educativa, económica y societaria.
Hesse nació en Calw (Alemania) en el año 1877 y su vida se apagó en Montagnola (Suiza) 1962.
Algunas reflexiones que Hesse nos legó dan cuenta de su talante ético y de la firmeza de sus convicciones.
En la Carta a Germania que publicó en 1946 Hesse afirma: "¿Y por qué la gente de Alemania no se dio cuenta de Hitler antes de 1933? ¿No se percataron acaso de sus intenciones, en vez de apoyar y dar vigor a la República Germana, la única consecuencia satisfactoria de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), se unieron para sabotearla al votar por Hitler, con lo que indudablemente se hizo muy peligroso comportarse como un ser humano decente".
Avizorando nuevas sendas a transitar por parte de la humanidad el autor de la novela juvenil Bajo las ruedas dijo: "El hombre no debe perseguir grandezas o felicidad, heroísmo o una dulce paz. No debe desear otra cosa sino su limpieza de alma, una mente despierta, un bravo corazón y una fiel y comprensible paciencia que le ayuden a resistir la felicidad junto con el sufrimiento".
Estas palabras nos evocan algunas de las frases de una de las últimas cartas de militante anarquista Bartolomeo Vanzetti.
H.Hesse y B. Vanzetti, hombres de recio carácter y ansias de justicia y libertad universales.
Carlos A. Solero
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