Nos resulta difícil borrar de la memoria ciertas escenas de relatos que impactaron nuestra sensibilidad.
En efecto, en su cuento Funes el memorioso, Jorge Luis Borges narra el paso del domador por lo que llama el callejón del fondo ladeado de veredas altas. Julio Cortázar por su parte en Casa tomada exhibe la huída de los personajes hacia la calle como salvación al asedio inusitado y la vía de escape hacia otra realidad.
Foto: Henri Cartier-Bresson |
Mariana Enríquez consigue con su prosa implacable describir provocando desolación y escalofríos ciertos sectores y esquinas del porteño barrio de Constitución.
Para nosotros la cuadra de calle Laprida entre Gálvez y Virasoro en Rosario adquiere en otoño e invierno un aspecto espectral cuando llueve.
Es un paisaje que evoca escenas los relatos de Poe y Arlt.
No podemos desprender de nuestra retina una avenida de Funes alfombrada de hojas otoñales y bañadas por el sol.
Perenne en nuestra memoria más profunda los sevillanos callejones del barrio de Santa Cruz.
Caminos transitados en la larga marcha de la vida que al fin y al cabo es efímera.
No sé si importa, acaso lo importante es el viaje y no la meta.
O como expresó visceralmente el poeta siempre será la vigilia y el viaje.
Carlos A. Solero
Martes 30 de agosto de 2022
Carlos A. Solero
Martes 30 de agosto de 2022
CONVERSATION