Las guerras como se sabe son uno de los mecanismos que utiliza el capitalismo como sistema para la supuesta resolución de sus crisis.
El actual conflicto bélico entre la Federación Rusa y Ucrania, aunque un tanto soterradamente entre los Estados miembros de la OTAN y Rusia es como explican algunos analistas una guerra por el predominio en el mercado de producción y venta de armas.
En efecto, los complejos industriales militares de ambos contendientes "reactivan" sus economías entre otras con esta guerra en la que lo visible es una disputa territorial.
Según informes de ACNUR que ya circulan 6.000.000 de personas padecen el desplazamiento de sus lugares de origen.
71 millones de personas se hallan en la pobreza y según el PNUD de la ONU se aceleró este proceso de pauperización a causa del aumento sideral del precio de los alimentos y la energía.
La guerra en Ucrania está provocando daños más considerables que la emergencia de la pandemia de Covid 19 en 2020 y 2021.
Como si lo enunciado más arriba fuera poco según el analista de política internacional Juan Tokatlian la concentración de capitales durante la pandemia fue colosal y en el año 2021 los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU: EEUU, Rusia, China, Francia en Inglaterra gastaron en armamentos 77.000 millones de dólares.
Entre 2020 y 2021 el gasto en la producción de ojivas nucleares fue de tres billones de dólares y el núcleo de paises involucrados en esto domina 250 de las 270 ojivas nucleares del mundo.
La dinámica del capitalismo, exhibe un sistema predador de vidas en el que las finanzas mundiales y la producción de artefactos de destrucción masiva tornan cada vez más miserables nuestra existencia cotidiana.
El futuro es sombrío y los pueblos debemos rebelarnos y torcer este rumbo que lleva al colapso
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Carlos A. Solero
Julio de 2022
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