Este relato nos sitúa en un pequeño pueblo en medio del bosque y frente al mar, donde vivía un hombre sabio que salía del pueblo cada mañana y por la noche regresaba para contar fantásticas historias a los lugareños que lo escuchaban atentamente.
Cuando volvía el hombre sabio le preguntaban insistentemente:
-Cuéntanos, ¿Qué has visto hoy?
A lo que él respondía con su voz suave y pausada:
-He visto a un fauno que tocaba una melodía hermosa con su flauta y con ella obligaba a bailar en círculo a un grupo de silvanos.
-Y qué más has visto? Preguntaban insistentemente los aldeanos al hombre sabio.
-He visto a 3 sirenas mientras me dirigía a la orilla del mar, todas ellas eran criaturas hermosas que peinaban sus verdes cabellos con un peine de oro.
Estas historias fascinaban a todos y cada uno de los habitantes del pueblo, desde niños hasta adultos e incluso a los viejos. Es por eso que todos los vecinos del pueblo lo apreciaban por encima de cualquier otro habitante.
Una mañana el hombre que contaba historias salió de nuevo hacia el mar y vio a tres sirenas en el filo de las olas, que peinaban sus largos cabellos verdes con un peine de oro.
Asustado, el hombre se dirigió de nuevo hacia el bosque para regresar a casa, y allí vio con sus propios ojos a un fauno que tañía delicadamente su flauta y con sus sonidos hacía bailar a un grupo de silvanos que se encontraban con él.
Cuando regresó al pueblo esa misma noche, todos los habitantes le preguntaron, como de costumbre, qué es lo que había visto, a lo que él contestó.
-No he visto nada".
Oscar Wilde
(1854 - 1900)
-Cuéntanos, ¿Qué has visto hoy?
A lo que él respondía con su voz suave y pausada:
-He visto a un fauno que tocaba una melodía hermosa con su flauta y con ella obligaba a bailar en círculo a un grupo de silvanos.
-Y qué más has visto? Preguntaban insistentemente los aldeanos al hombre sabio.
-He visto a 3 sirenas mientras me dirigía a la orilla del mar, todas ellas eran criaturas hermosas que peinaban sus verdes cabellos con un peine de oro.
Estas historias fascinaban a todos y cada uno de los habitantes del pueblo, desde niños hasta adultos e incluso a los viejos. Es por eso que todos los vecinos del pueblo lo apreciaban por encima de cualquier otro habitante.
Una mañana el hombre que contaba historias salió de nuevo hacia el mar y vio a tres sirenas en el filo de las olas, que peinaban sus largos cabellos verdes con un peine de oro.
Asustado, el hombre se dirigió de nuevo hacia el bosque para regresar a casa, y allí vio con sus propios ojos a un fauno que tañía delicadamente su flauta y con sus sonidos hacía bailar a un grupo de silvanos que se encontraban con él.
Cuando regresó al pueblo esa misma noche, todos los habitantes le preguntaron, como de costumbre, qué es lo que había visto, a lo que él contestó.
-No he visto nada".
Oscar Wilde
(1854 - 1900)
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