Recuerdo un contundente escrito de Rafael Barrett en el que mencionaba a un sórdido personaje de la burguesía de comienzos del siglo XX que había amasado una fortuna y entonces hacía donaciones posando de filántropo.
No puedo dejar de evocar a Barrett y pensar en cómo el capitalismo engendra monstruos con apariencia humana.
Considerando que las sociedades son cada vez más injustas y desiguales, que la pobreza es un flagelo funcional al sistema capitalista predador de vidas, que el cambio climático acecha gracias al paroxismo productivista y consumista vale reflexionar sobre las múltiples guerras que se libran en sordina desde hace décadas.
Guerras explícitas y guerras implícitas en la propia dinámica del sistema establecido.
El propietario de la empresa que ofrece viajes espaciales y autos eléctricos que proclama garante de libertades cuando la única que le importa es la que le permita continuar explotando para acumular más capital.
En 1886, las mujeres y hombres que protagonizaron las jornadas que tienen como emblema el 1" de Mayo decían que la violencia de arriba engendraba la violencia de abajo.
No se equivocaron y sigue siendo así.
Quien quiera entender que entienda.
Carlos A. Solero
Martes 26 de abril de 2022
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