Una vez más fallaron los pronósticos acerca del premio Nobel de literatura cuyos candidatas y candidatos favoritos eran Margaret Atwood, Anne Carson, Haruki Murakami, Michel Houellebecq entre otras y otros.
En efecto, al escritor de origen tanzano Abdulrazak Gurnah le ha sido adjudicado el galardón, se destaca en el dictamen la claridad con que expone la problemática de las y los refugiados políticos.
Más allá de las polémicas el otorgamiento de este premio pone sobre el tapete de algún modo conflictos políticos, ideológicos, étnicos y diversas cuestiones no siempre relacionadas con los estilos literarios.
Recordamos cómo por ejemplo cuando premiaron a Alexander Solyenitsin emergían a la luz crudamente su denuncia contra el universo concentracionario del Gulag en la ex URSS y los efectos de la guerra fría.
En su momento, Philip Roth y Saul Bellow mostraron el revés de la trama del llamado “sueño americano”, con sus imposturas y ocultamientos.
Otro tanto ocurrió con Peter Handke y su postura a favor de Serbia en la Guerra de Los Balcanes y con Svetalana Alixievich, es como si de pronto la llamada comunidad global tomara conocimiento de realidades ocultas y negadas por muchos años como el accidente en la central nuclear de Chernobyl, el ninguneo de las mujeres y los jóvenes en la incursión soviética a Afganistán.
El anuncio de la academia sueca sorprendió al propio galardonado Abdulrazak Gurnah cuyos libros exhiben sin concesiones las múltiples problemáticas de las personas obligadas a emigrar del continente africano, las guerras permanentes y el consecuente drama de la migración forzada.
Abdulrazak Gurnah analiza el desarraigo y cómo es la vida de esas personas que buscan refugio en las metrópolis que colonizaron sus tierras de origen. El colonialismo y el racismo con sus cargas de violencia material y simbólica.
Entre las obras de A. Gurnah pueden mencionarse Precario silencio, En la orilla, Paraíso, Desertion y las más reciente Afterlives publicada en el año 2020.
Los temas recurrentes son la búsqueda identitaria de los migrantes y las contradicciones entre la cultura de origen y la imperante en los nuevos territorios que habitan.
Carlos A. Solero
Octubre de 2021
Más allá de las polémicas el otorgamiento de este premio pone sobre el tapete de algún modo conflictos políticos, ideológicos, étnicos y diversas cuestiones no siempre relacionadas con los estilos literarios.
Recordamos cómo por ejemplo cuando premiaron a Alexander Solyenitsin emergían a la luz crudamente su denuncia contra el universo concentracionario del Gulag en la ex URSS y los efectos de la guerra fría.
En su momento, Philip Roth y Saul Bellow mostraron el revés de la trama del llamado “sueño americano”, con sus imposturas y ocultamientos.
Otro tanto ocurrió con Peter Handke y su postura a favor de Serbia en la Guerra de Los Balcanes y con Svetalana Alixievich, es como si de pronto la llamada comunidad global tomara conocimiento de realidades ocultas y negadas por muchos años como el accidente en la central nuclear de Chernobyl, el ninguneo de las mujeres y los jóvenes en la incursión soviética a Afganistán.
El anuncio de la academia sueca sorprendió al propio galardonado Abdulrazak Gurnah cuyos libros exhiben sin concesiones las múltiples problemáticas de las personas obligadas a emigrar del continente africano, las guerras permanentes y el consecuente drama de la migración forzada.
Abdulrazak Gurnah analiza el desarraigo y cómo es la vida de esas personas que buscan refugio en las metrópolis que colonizaron sus tierras de origen. El colonialismo y el racismo con sus cargas de violencia material y simbólica.
Entre las obras de A. Gurnah pueden mencionarse Precario silencio, En la orilla, Paraíso, Desertion y las más reciente Afterlives publicada en el año 2020.
Los temas recurrentes son la búsqueda identitaria de los migrantes y las contradicciones entre la cultura de origen y la imperante en los nuevos territorios que habitan.
Carlos A. Solero
Octubre de 2021
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