No tenemos duda alguna acerca que la directriz de las sociedades en las que nos toca vivir es la del capitalismo globalizado, el imperio de las mercancías que somete el resto de las existencias a su devenir.
Entre las situaciones más dramáticas una de ellas es la tragedia de los migrantes que deambulan por los mares buscando refugio, mientas tanto los Estados exhiben su xenofobia.
Por estos días, el encallamiento de un buque portacontenedores en el Canal de Suez en Egipto hay una conmoción mundial paralela a la genera la pandemia de covid 19 que no de arrasar poblaciones en los diversos continentes.
En efecto, por el Canal de Suez, que se comenzó a construir en 1859, que conecta el Mar Rojo con el Mar Mediterráneo circula el 10% del comercio mundial.
Desde hace una semana el paso de grandes cargueros está interrumpido.
Las pérdidas alcanzan los cuatrocientos millones de dólares diarios.
Resulta paradójico, que mientras en el continente africano, persisten múltiples calamidades que afectan a miles de seres humanos y otro tanto en el Asiático ahora los ojos de las agencias informativas estén pendientes y expectantes de la zona del Canal de Suez.
Entre tanto, cuando perecen en el Mar Mediterráneo personas que huyen de guerras y hambrunas hacia Europa son tratadas con la máxima crueldad.
El devenir capitalista y sus acciones siempre predadoras.
Carlos A. Solero
Desde la Región Argentina
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