de Camilla Läckberg
(Océano-Maeva, Buenos Aires, 2017, 464 páginas)
La contratapa del libro, pese a su intencionalidad puramente comercial, lo resume en pocas palabras: “Una novela trepidante que muestra cómo el mal puede ser más peligroso que el amor”.
Camilla Läckberg (Suecia, 1974) plantea en pocos trazos el perfil psicológico de los personajes, sus amigos y familiares. Se debe aclarar que la novela es la número nueve de la serie llamada «Los crímenes de Fjällbacka», una región costera donde ella nació. Puede decirse que una misma temática las une a todas: un horrible crimen del presente tiene conexiones con otro de la misma naturaleza ocurrido en el pasado, el cual no fue resuelto.
Los dos protagonistas son el policía Patrick Hedström y su esposa, la escritora Erica Falck. Ella es la más intuitiva y talentosa de ambos.
La autora está dotada para narrar. Plantea varias historias sin dar indicios de lo ocurrido, pero cada uno de los personajes va sacando conclusiones que se revelan paulatinamente para ir creando suspenso. La perversidad y lo diabólico adquirieren proporciones metafísicas: “No se atrevía a vivir en el mismo mundo que aquella maldad que tan de cerca había visto en su momento.” Un tratamiento especial tiene la descripción de los movimientos de los caballos, que por momentos parecen antropomorfizados. Las escenas del establo y de la escuela de equitación ocupan un lugar primordial en la historia.
En la visita que hacen varios policías junto con Erica y Patrick al Departamento de Sociología de la Universidad de Gotemburgo con el propósito entrevistar a un experto en conducta criminal se revela que “…un cero punto cinco por ciento de la población puede definirse como psicópata (…) y es muy superior en las altas esferas empresariales…”
En mitad de El domador de leones el lector se pregunta cómo hará la Läckberg para resumir todas las incógnitas y ensamblarlas en forma verosímil. Pero ella posee suficiente ingenio para armar un rompecabezas lógico y convincente, pese a ser un tanto rebuscado, posiblemente con el fin de demostrar su capacidad narrativa.
La escritura es de estilo directo y ello no menoscaba su calidad y precisión. Los diálogos exponen elocuentemente los conflictos y pensamientos de los personajes, muchos de los cuales están perturbados por los traumas espantosos que sufrieron en sus vidas. Es muy firme y transparente la traducción de Carmen Montes Cano.
Camilla Läckberg ha sido muy exitosa con esta saga ya que le ha permitido vender más de veinte millones de ejemplares en cincuenta países. La próxima entrega (la décima) se titula La Bruja y se distribuirá en las librerías del país en marzo de 2018.
Germán Cáceres
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