123 años de cine
A 123 años de la primera función de cine.
El cinematógrafo había sido patentado el 13 de febrero de 1895, y a ese año corresponden sus cortos pioneros como Salida de los obreros de la fábrica, El regador regado y El arribo del tren a la estación de La Ciotat, que provocó la huida de un público que supuso que el ferrocarril saldría de la pantalla para arrollarlos.
Eso ocurrió en el Salón Indien del Grand Café de París del Boulevard des Capucines, el 28 de diciembre de 1895, el primer espectáculo pago para ver cine, hace hoy 123 años.
Recordemos que estos cortometrajes, en formato fílmico Súper 8, fueron proyectados en nuestra última función de la Temporada 2015.
El cinematógrafo había sido patentado el 13 de febrero de 1895, y a ese año corresponden sus cortos pioneros como Salida de los obreros de la fábrica, El regador regado y El arribo del tren a la estación de La Ciotat, que provocó la huida de un público que supuso que el ferrocarril saldría de la pantalla para arrollarlos.
Eso ocurrió en el Salón Indien del Grand Café de París del Boulevard des Capucines, el 28 de diciembre de 1895, el primer espectáculo pago para ver cine, hace hoy 123 años.
Recordemos que estos cortometrajes, en formato fílmico Súper 8, fueron proyectados en nuestra última función de la Temporada 2015.
CONVERSATION
2018
Todo lo que ocurrió en la Biblioteca a lo largo del año.
Cursos y seminarios
Taller literario, por Carlos Penelas
II Jornada Red AAPP Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas. "La identidad cuestionada -Angustia e identificaciones-".
Presentación del libro El tejido de la noche, de Jorge da Fonseca. Se refirió a la obra Carlos Penelas, leyó Rocío Danussi.
Prensa
Cursos y seminarios
Taller literario, por Carlos Penelas
Taller de Italiano, por la Prof. Stella Maris Scuderi
Francés del viajero, por el Prof. Sebastián Barvié
Inglés, por Matías González Díaz
Ajedrez, por Jorge Da Fonseca
Coro, por Inés Maurel y Alejandra Varela
Biomecánica Corporal y Elongación, por Cristina Bartolomé.
Coro, por Inés Maurel y Alejandra Varela
Biomecánica Corporal y Elongación, por Cristina Bartolomé.
Historia de la Ciudad de Buenos Aires, por el Lic. Leonel Contreras.
Seminario Clínico, dictado por Enrique Acuña: "Las escrituras del goce femenino -Psicoanálisis y Literatura-".
Seminario Clínico, dictado por Enrique Acuña: "Las escrituras del goce femenino -Psicoanálisis y Literatura-".
Historia + Arte, por el Lic. Leonel Contreras
Danza clásica para niñas, por Cristina Bartolomé
Presentaciones y actos
Danza clásica para niñas, por Cristina Bartolomé
Presentaciones y actos
Juan Pablo Greco y el Trío Sonoro: música rioplatense y candombe.
Presentación del libro Vidas pulsionales, compilado por Enrique Acuña.II Jornada Red AAPP Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas. "La identidad cuestionada -Angustia e identificaciones-".
Presentación del libro El tejido de la noche, de Jorge da Fonseca. Se refirió a la obra Carlos Penelas, leyó Rocío Danussi.
Se presentó el libro Voces, por el Colectivo por el Derecho Humano a la Comunicación (CoDeHCom), con la presencia de Guillermo Torremare y Néstor Piconne.
Visita de la Escuela para Adultos "Gregoria Pérez"
Obras
Actividades con otras organizaciones
Cuna de alimentos: se recibieron alimentos no perecederos para donar al Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez, a través de la ONG "Voluntades solidarias".
Cuna de alimentos: se recibieron alimentos no perecederos para donar al Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez, a través de la ONG "Voluntades solidarias".
Goethe-Institut: colaboró en los ciclos del Cineclub La Rosa.
DAC / ADF: "La imagen documental. Un encuentro para pensarla desde el rol del director de fotografía", seminario en el Centro de Extensión Profesional de Directores Argentinos Cinematográficos (DAC) organizado por la Asociación de Autores de Fotografía Cinematográfica Argentina (ADF), con la participación de Emiliano Penelas, programador del Cineclub La Rosa.
Embajada de Japón / Japan Foundation: colaboró con el ciclo dedicado a Kazuo Kuroki en el Cineclub La Rosa.
EPA Cine 2018: Emiliano Penelas, programador del Cineclub, fue jurado de la Competencia de Cortometrajes del 3° Festival Internacional de Cine Independiente de El Palomar. Además, proyectó Hermógenes Cayo y Chucalezna, de Jorge Prelorán, en 16mm.
Prensa
Nueva cuenta de Instagram
Cineclub La Rosa: Musicales en el Diario del Diajero
Cineclub La Rosa: Kazuo Kuroki en el Diario del Viajero.
Comentarios de libros por Germán Cáceres
Cineclub La Rosa
- Ciclo "Konrad Wolf: la guerra y todo lo demás"
Retrospectiva
Esto pasó en 2017
Esto pasó en 2016
Esto pasó en 2015
Esto pasó en 2014
Cineclub La Rosa: Musicales en el Diario del Diajero
Cineclub La Rosa: Kazuo Kuroki en el Diario del Viajero.
- La ley del menor, de Ian McEwan *
- Sunset Park, de Paul Auster *
- El intenso calor de la luna, de Gioconda Belli *
- Lucho Olivera. la imaginación al poder, de Felipe Ricardo Ávila
- Strip-tease, de Enrique Medina
- General Ingeniero Enrique Mosconi. una historia de novela, de Alejandro Aguado
- Manual sadomasoporno (ex tractat), de Alberto Laiseca
- El domador de leones, de Camilla Läckberg
- 25 noches de insomnio, de Marcelo di Marco
- Especial historias de la patagonia, de AA.VV.
- Secretos imperfectos, de Michael Hjorth y Hans Rosenfeldt
- La espada, de AA.VV.
- La mano izquierda de la oscuridad, de Ursula K. Le Guin
- Decirlo todo, de Graciela Bucci
- Perdona nuestras ofensas, de Graciela Bucci
- El mar en un espejo de otoño, de Carlos Penelas *
- Crónica de mi familia, de Vasco Pratolini *
- Golpe de efecto, de Harlan Coben *
- La mujer invisible, de Irma Verolín
- Declaración / cuentos reunidos, de Susan Sontag *
- Los elementales, de Michael McDowell *
- Pecado, de Benjamin Black *
- Narrativa policial argentina. Aporte para una bibliografía, de Elena Ardissone y Miryam E. Gover de Nasatsky
- La venganza del tigre azul, de Eduardo González
- El jardín desconocido, de Inés Legarreta
- Por Callao al fondo, de Fernando Kofman
- El reloj de sol, de Shirley Jackson *
- El ministerio de la felicidad suprema, de Arundhati Roy *
- Roberto Arlt, una mirada social sobre su narrativa, de Zulma Esther Prina
- Muerte súbita, de Eduardo González
- Apuntes con lápiz de mina, de Gabriela Casañas
- Perros salvajes, de Ian Rankin *
- Bailarinas, de AA.VV. / Anahí Flores (Compiladora)
- Un misterio espacial, de Germán Cáceres e Ilustraciones de Cristian Bernardini (crítica por Enrique Sureda)
Cineclub La Rosa
- 7 funciones
- 7 largometrajes
- 4 cortometrajes
- 5 resúmenes en Súper 8
Ciclos
- Ciclo "Kazuo Kuroki: Réquiem de guerra"- Ciclo "Konrad Wolf: la guerra y todo lo demás"
- Ciclo "Musicales en Súper 8"
Proyecciones en 16mm
Más de 49.000 visitas en www.carlossviamonte.com.ar
Más de 29.000 visitas en www.cineclublarosa.blogspot.comProyecciones en 16mm
Crin blanca, de Albert Lamorisse
Estrellas, de Konrad Wolf
Yo tenía 19, de Konrad Wolf
Mañana, de Kazuo Kuroki
El verano de un niño en 1945, de Kazuo Kuroki
El rostro de Jizo, de Kazuo Kuroki
Intermezzo lírico, de Charles Walters
Fiebre de sábado por la noche, de John Badham
El día que me quieras, de John Reinhardt
Lejana tierra mía (Tango Bar), de John Reinhardt
La bella durmiente, de Clyde Geronimi (Walt Disney) y Un americano en París, de Vincente Minnelli.
Can-Can, de Walter Lang
Hasta que las nubes pasen, de Richard Whorf y Vincente Minnelli
Cantando bajo la lluvia, de Stanley Donen y Gene Kelly
Más de 49.000 visitas en www.carlossviamonte.com.ar
Retrospectiva
Esto pasó en 2017
Esto pasó en 2016
Esto pasó en 2015
Esto pasó en 2014
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Todas las críticas de Germán Cáceres
A continuación, el acceso directo a todas las críticas literarias escritas por Germán Cáceres especialmente para nuestra página web.
- La ley del menor, de Ian McEwan *
- Sunset Park, de Paul Auster *
- El intenso calor de la luna, de Gioconda Belli *
- Lucho Olivera. la imaginación al poder, de Felipe Ricardo Ávila
- Strip-tease, de Enrique Medina
- General Ingeniero Enrique Mosconi. una historia de novela, de Alejandro Aguado
- Manual sadomasoporno (ex tractat), de Alberto Laiseca
- El domador de leones, de Camilla Läckberg
- 25 noches de insomnio, de Marcelo di Marco
- Especial historias de la patagonia, de AA.VV.
- Secretos imperfectos, de Michael Hjorth y Hans Rosenfeldt
- La espada, de AA.VV.
- La mano izquierda de la oscuridad, de Ursula K. Le Guin
- Decirlo todo, de Graciela Bucci
- Perdona nuestras ofensas, de Graciela Bucci
- El mar en un espejo de otoño, de Carlos Penelas *
- Crónica de mi familia, de Vasco Pratolini *
- Golpe de efecto, de Harlan Coben *
- La mujer invisible, de Irma Verolín
- Declaración / cuentos reunidos, de Susan Sontag *
- Los elementales, de Michael McDowell *
- Pecado, de Benjamin Black *
- Narrativa policial argentina. Aporte para una bibliografía, de Elena Ardissone y Miryam E. Gover de Nasatsky
- La venganza del tigre azul, de Eduardo González
- El jardín desconocido, de Inés Legarreta
- Por Callao al fondo, de Fernando Kofman
- El reloj de sol, de Shirley Jackson *
- El ministerio de la felicidad suprema, de Arundhati Roy *
- Roberto Arlt, una mirada social sobre su narrativa, de Zulma Esther Prina
- Muerte súbita, de Eduardo González
- Apuntes con lápiz de mina, de Gabriela Casañas
- Perros salvajes, de Ian Rankin *
- Bailarinas, de AA.VV. / Anahí Flores (Compiladora)
- Un misterio espacial, de Germán Cáceres e Ilustraciones de Cristian Bernardini (crítica por Enrique Sureda)
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Cerramos al público
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Bailarinas
A.A.V.V.
Anahí Flores (Compiladora)
(Desde la gente-Ediciones del IMFC, Buenos Aires, 2018, 114 páginas)
Convincente la analogía entre el ballet y las letras sugerida por Anahí Flores, que en el prólogo de esta colección de cuentos propone: “Invito al lector a asomarse a los entretelones sombríos de un mundo que, por lo general, asociamos con la disciplina y la belleza”. Precisamente en «No sin cariño» describe con suma eficacia una clase de danza, en la que la protagonista comete una maldad movida por la envidia que siente hacia una compañera más diestra que ella.
También está la tristeza de una bailarina por no haber logrado consagrarse, agudamente planteada por Carolina Bruck en «Qué picardía», una narración que rezuma melancolía.
En «Libélula», Maumy González describe cómo una aspirante a estrella debe conformarse con el exitoso baile erótico que realiza en un recinto nocturno.
Un tenso y exasperante relato desarrolla «Estamos en diez», de Sebastián Grimberg, en el cual un muchacho dramáticamente intenta ocultar su travestismo ante el padre.
En «Telón», de José María Marcos, aparecen la rivalidad, el remordimiento y la crueldad como claves en el arte de la danza, como si fueran parte constitutiva de la condición humana. Un relato de fuerte impacto emotivo.
Laura Massolo teje en «Una melodía de Chaikovski» una sugestiva historia de suspenso netamente policial y con un remate contundente, muy en la línea de William Irish.
Un convincente punto de vista conductista elige Francisco Moulia en «Podridas raíces» para referir los actos de un excelente bailarín que intenta irracionalmente curar sus pies heridos.
Con ricas imágenes y símiles en «Vida de Sara en tres movimientos», de Alejandra Kamiya, se señala el desconsuelo de un chica que debe abandonar la carrera prematuramente.
«La escuela de danzasۜ», de Ariel Bermani, es un relevante relato sobre un intento fallido de ingresar en un instituto, que la protagonista refiere en distintas versiones de acuerdo a su estado de ánimo.
Fernanda García Curten expone en «Plaza Britania» el tremendo esfuerzo físico y espiritual que realiza una mujer que solo consigue frustrarse. La historia se narra en presente pero rememora continuamente el pasado.
Bailarinas es un excelente libro de cuentos sobre ballet que, como comenta en la contratapa Elvio E. Gandolfo, “…también podrían ser, por la intensidad y la violencia, desplegada o reprimida, cuentos de boxeo.” Salvo Maumy González, que es venezolana, los demás autores son argentinos. Todos poseen valiosas trayectorias: importantes premios, numerosos libros publicados, estudios académicos y un aplicado ejercicio de la docencia.
Germán Cáceres
Anahí Flores (Compiladora)
(Desde la gente-Ediciones del IMFC, Buenos Aires, 2018, 114 páginas)
Convincente la analogía entre el ballet y las letras sugerida por Anahí Flores, que en el prólogo de esta colección de cuentos propone: “Invito al lector a asomarse a los entretelones sombríos de un mundo que, por lo general, asociamos con la disciplina y la belleza”. Precisamente en «No sin cariño» describe con suma eficacia una clase de danza, en la que la protagonista comete una maldad movida por la envidia que siente hacia una compañera más diestra que ella.
También está la tristeza de una bailarina por no haber logrado consagrarse, agudamente planteada por Carolina Bruck en «Qué picardía», una narración que rezuma melancolía.
En «Libélula», Maumy González describe cómo una aspirante a estrella debe conformarse con el exitoso baile erótico que realiza en un recinto nocturno.
Un tenso y exasperante relato desarrolla «Estamos en diez», de Sebastián Grimberg, en el cual un muchacho dramáticamente intenta ocultar su travestismo ante el padre.
En «Telón», de José María Marcos, aparecen la rivalidad, el remordimiento y la crueldad como claves en el arte de la danza, como si fueran parte constitutiva de la condición humana. Un relato de fuerte impacto emotivo.
Laura Massolo teje en «Una melodía de Chaikovski» una sugestiva historia de suspenso netamente policial y con un remate contundente, muy en la línea de William Irish.
Un convincente punto de vista conductista elige Francisco Moulia en «Podridas raíces» para referir los actos de un excelente bailarín que intenta irracionalmente curar sus pies heridos.
Con ricas imágenes y símiles en «Vida de Sara en tres movimientos», de Alejandra Kamiya, se señala el desconsuelo de un chica que debe abandonar la carrera prematuramente.
«La escuela de danzasۜ», de Ariel Bermani, es un relevante relato sobre un intento fallido de ingresar en un instituto, que la protagonista refiere en distintas versiones de acuerdo a su estado de ánimo.
Fernanda García Curten expone en «Plaza Britania» el tremendo esfuerzo físico y espiritual que realiza una mujer que solo consigue frustrarse. La historia se narra en presente pero rememora continuamente el pasado.
Bailarinas es un excelente libro de cuentos sobre ballet que, como comenta en la contratapa Elvio E. Gandolfo, “…también podrían ser, por la intensidad y la violencia, desplegada o reprimida, cuentos de boxeo.” Salvo Maumy González, que es venezolana, los demás autores son argentinos. Todos poseen valiosas trayectorias: importantes premios, numerosos libros publicados, estudios académicos y un aplicado ejercicio de la docencia.
Germán Cáceres
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Finalizó el taller de Elongación
Este miércoles cerró el último taller del año en la Biblioteca, Biomecánica Corporal y Elongación, por Cristina Bartolomé. Con esta actividad finalizamos el ciclo 2018 y los esperamos con ésta y otras propuestas en 2019.
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Finalizó el taller de Ajedrez
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¡Vonnegut!
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Perros salvajes
de Ian Rankin
(RBA Libros, Barcelona, 2016, 448 páginas)
“Acabo de empezar Perros salvajes. Os reto a leer las dos páginas del prólogo y no seguir leyendo…”, sostiene Lawrence Block en la contratapa del libro. Y así ocurre: en esa brevedad Ian Rankin logra enganchar al lector y demostrar que conoce a la perfección el oficio de escritor de novelas policiales.
La historia transcurre en Escocia, esa nación del Reino Unido (las otras son: Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte) tan sometida por los ingleses y donde el abuso de menores es una práctica frecuente de las clases altas, que logran actuar en sociedad sin problemas, como si fueran intocables.
La escritura del autor es lineal, sin ornatos, pero con ritmo acelerado y ágil. Trabaja con soltura los abundantes diálogos, cuya ironía y sarcasmo imponen un toque de humor a la narración. Y todo a través de la buena traducción de Efren del Valle, dirigida al lector español por su vocabulario y terminología.
Los pensamientos de los delincuentes resultan apasionantes: “Cafferty sabía desde hacía mucho tiempo que el mundo del gánster era el mundo del capitalista. Había que crear mercados, mantenerlos y expandirlos, y anular a la competencia”. /” ¿Cómo era ese otro mundo, el que la mayoría de la gente parecía habitar? ¿Por qué eran felices? No recordaba haberse sentido nunca libre de preocupaciones.”
El hecho de que la policía sea enemiga de los gánsteres no impide que entre ambos se dé a la vez cierta camaradería. Como si pertenecieran a la misma calaña, solo que las circunstancias o el azar los llevan a transitar distintos caminos. En ciertos casos un detective se infiltra como topo en una banda y termina integrándose.Si bien el principal personaje es John Rebus –del que Rankin ha escrito una serie – otros investigadores lo ayudan a resolver el caso, como Siobhan Clarke y Malcolm Fox (éste último también es el protagonista de otra colección).
La trama es sumamente compleja y extensa, con muchos delitos inconexos, y aunque Rankin poco a poco va enlazándolos, aparecen nuevos conflictos que continúan complicando la historia. Sin embargo, este mérito no le permite avanzar en calidad literaria ni profundizar en la caracterización de los personajes.
Perros salvajes obtuvo el X Premio RBA de Novela Negra.
Ian Rankin (Escocia, 1960) ha ganado numerosas distinciones, como el Edgar Award por Resurrección y Black and Blue (que también obtuvo el Gold Dagger), el Grand Prix de Littérature Policière por En la oscuridad, el Chandler-Fulbrilght Award 1991-1992 y el Premio Pepe Carvalho 2019 por su trayectoria. Recibió la Orden del Imperio Británico y en 1988 fue elegido Hawthornden Fellow. Entre sus numerosas novelas pueden citarse Nudos y cruces, El escondite, Útiles y dientes, Causas mortales y Mejor el diablo.
Germán Cáceres
El libro forma parte del catálogo de la Biblioteca. Siendo socio puede retirarlo para su lectura.
(RBA Libros, Barcelona, 2016, 448 páginas)
“Acabo de empezar Perros salvajes. Os reto a leer las dos páginas del prólogo y no seguir leyendo…”, sostiene Lawrence Block en la contratapa del libro. Y así ocurre: en esa brevedad Ian Rankin logra enganchar al lector y demostrar que conoce a la perfección el oficio de escritor de novelas policiales.
La historia transcurre en Escocia, esa nación del Reino Unido (las otras son: Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte) tan sometida por los ingleses y donde el abuso de menores es una práctica frecuente de las clases altas, que logran actuar en sociedad sin problemas, como si fueran intocables.
La escritura del autor es lineal, sin ornatos, pero con ritmo acelerado y ágil. Trabaja con soltura los abundantes diálogos, cuya ironía y sarcasmo imponen un toque de humor a la narración. Y todo a través de la buena traducción de Efren del Valle, dirigida al lector español por su vocabulario y terminología.
Los pensamientos de los delincuentes resultan apasionantes: “Cafferty sabía desde hacía mucho tiempo que el mundo del gánster era el mundo del capitalista. Había que crear mercados, mantenerlos y expandirlos, y anular a la competencia”. /” ¿Cómo era ese otro mundo, el que la mayoría de la gente parecía habitar? ¿Por qué eran felices? No recordaba haberse sentido nunca libre de preocupaciones.”
El hecho de que la policía sea enemiga de los gánsteres no impide que entre ambos se dé a la vez cierta camaradería. Como si pertenecieran a la misma calaña, solo que las circunstancias o el azar los llevan a transitar distintos caminos. En ciertos casos un detective se infiltra como topo en una banda y termina integrándose.Si bien el principal personaje es John Rebus –del que Rankin ha escrito una serie – otros investigadores lo ayudan a resolver el caso, como Siobhan Clarke y Malcolm Fox (éste último también es el protagonista de otra colección).
La trama es sumamente compleja y extensa, con muchos delitos inconexos, y aunque Rankin poco a poco va enlazándolos, aparecen nuevos conflictos que continúan complicando la historia. Sin embargo, este mérito no le permite avanzar en calidad literaria ni profundizar en la caracterización de los personajes.
Perros salvajes obtuvo el X Premio RBA de Novela Negra.
Ian Rankin (Escocia, 1960) ha ganado numerosas distinciones, como el Edgar Award por Resurrección y Black and Blue (que también obtuvo el Gold Dagger), el Grand Prix de Littérature Policière por En la oscuridad, el Chandler-Fulbrilght Award 1991-1992 y el Premio Pepe Carvalho 2019 por su trayectoria. Recibió la Orden del Imperio Británico y en 1988 fue elegido Hawthornden Fellow. Entre sus numerosas novelas pueden citarse Nudos y cruces, El escondite, Útiles y dientes, Causas mortales y Mejor el diablo.
Germán Cáceres
El libro forma parte del catálogo de la Biblioteca. Siendo socio puede retirarlo para su lectura.
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Un arbolito de deseos
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¡Fino al prossimo anno!
El miércoles 12 de diciembre finalizó el Taller de Italiano, por Stella Maris Scuderi. ¡Ci vediamo nel 2019!
A lo largo del año, el taller tuvo dos niveles y un curso de conversación.
!!
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Noche de lujo
Con un gran concierto de candombe y música rioplatense, Juan Pablo Greco cerró el año en la Biblioteca, junto al Trío Sonoro.
La presentación estuvo a cargo de Guillermo Fuentes Rey.
"Música instrumental de las dos orillas" y "candombe del Río de la Plata" fue la propuesta de Juan Pablo Greco y el Trío Sonoro para celebrar el fin de año en nuestra Biblioteca.
En una noche cálida con ambiente íntimo, acompañaron a Greco Luis Ferreira en contrabajo, Miguel Ángel Figueroa en marimba y percusión y Sergio Falcón, en recitado y percusión. Paula Vilas, en voz, fue la invitada especial de la velada.
La presentación estuvo a cargo de Guillermo Fuentes Rey.
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Alsina Thevenet, presente
El gran investigador y crítico cinematográfico uruguayo escribió mucho... Sus "obras incompletas", editadas por el Festival de Cine de Mar del Plata, forman parte de nuestro catálogo.
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Finalizó el Taller Literario
Con un brindis, Carlos Penelas finalizó el Taller Literario 2018 en nuestra Biblioteca, Austria 2154. ¡Los esperamos el próximo año!
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El Trío Sonoro cierra el año en la Biblioteca
Música instrumental de las dos orillas, candombe del Río de la Plata, es la propuesta para finalizar el año junto a Juan Pablo Greco y su Trío Sonoro en la Biblioteca Carlos Sánchez Viamonte. Será el sábado 8 de diciembre a las 20:30 horas, en Austria 2154. Bono contribución de $200.
Juan Pablo Greco nació en Montevideo y adoptó la ciudadanía argentina. Ha realizado estudios de guitarra clásica y popular, con los maestros Tzvetan Sabev, Agustín Carlevaro y Alfredo Sadi, entre otros, perfeccionándose con los maestros Rodolfo Alchourrón y con el musicólogo y compositor Coriún Aharonián.Se especializó en el devenir musical del candombe en el Rio de la Plata, afirmando estudios con el músico y musicólogo Luis Ferreiro.
Realizó un libro con la investigación propia del candombe de Buenos Aires y un cuaderno llamado “El Candombe en la Guitarra".
Formó el “Quinteto Inmigrante”, compuso música original para obras de teatro y cine-video independiente, ha sido arreglador y músico de diversos interpretes del género, entre ellos, la fundamental artista Lágrima Rios.
Editó en CD Nacimientos con el “Juan Pablo Greco Quinteto”, y Sonoro, con composiciones propias y de otros autores. Para más información, www.juanpablogreco.com.ar
Juan Pablo Greco se presentará nuevamente en nuestra Biblioteca, en esta oportunidad con su Trío Sonoro, que promete "música instrumental de las dos orillas" y "candombe del Río de la Plata" para despedir el año.
El trío está compuesto por Luis Ferreira en contrabajo, Miguel Ángel Figueroa en marimba y percusión y Greco en guitarra, composición y arreglos. Sergio Falcón, en recitado y percusión, y Paula Vilas, en voz, serán invitados especiales de la noche.
El encuentro se llevará a cabo el sábado 8 de diciembre a las 20:30 horas en Austria 2154. Bono contribución $ 200. Para informes y reservas puede llamar al 4802-8211 o escribir a carlossanchezviamonte@yahoo.com.ar.
Realizó un libro con la investigación propia del candombe de Buenos Aires y un cuaderno llamado “El Candombe en la Guitarra".
Formó el “Quinteto Inmigrante”, compuso música original para obras de teatro y cine-video independiente, ha sido arreglador y músico de diversos interpretes del género, entre ellos, la fundamental artista Lágrima Rios.
Editó en CD Nacimientos con el “Juan Pablo Greco Quinteto”, y Sonoro, con composiciones propias y de otros autores. Para más información, www.juanpablogreco.com.ar
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Donación de Ilse Layh
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Alumno publicado
Felicitamos a Julio M. Scarinci, alumno del Taller Literario que dicta Carlos Penelas en nuestra Biblioteca, por la publicación de su cuento "Claroscuro" en el Diario del Viajero.
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Apuntes con lápiz de mina
de Gabriela Casañas
(Editorial Dunken, Buenos Aires, 2018, 96 páginas)
Convincente introducción de «Palabras de la autora», en la que comenta sobre la libreta de apuntes: “El cuaderno es un objeto que me ha acompañado toda la vida. En cientos de ellos quedaron plasmadas frases, vivencias, fragmentos de novelas, en un desorden atrapante (…) “¿No se encuentra la verdadera historia en un espontáneo descubrir, desprolijo, casi en clave…?”. Su enfoque puede emparentarse con el de Alberto Tabbia (1939-1997) – director junto a Edgardo Cozarinsky de la notable revista de cine Flashback–, cuya libreta de notas terminó convertida en el libro Palacio de olvido. Así, Apuntes con lápiz de mina tiene la forma de cuaderno escolar y los textos de los cuentos están ornados por pequeñas viñetas coloreadas que buscan la empatía del lector. Además, la tipografía imita la letra de la escritura con birome.
El «Portal» presenta un sagaz y lúcido prólogo de Marita Rodríguez-Cazaux, que capta, como si su lectura la efectuara con un escalpelo, el sentido de los cuentos incluidos en el libro: “…ese ir y venir de desmemorias que es la memoria, merezca transitarse en compañía de una libreta de apuntes, donde podamos dibujar entre renglones el sueño perseguido, aquella ambición en ascuas, el plan relegado, y por qué no, los soles y lunas de un calendario que aspire perpetuarse”.
Muchos de los cuentos son monólogos interiores, como por ejemplo «Etiquetas», en el cual la protagonista prepara una comida con muchos condimentos para el amante que la engaña y la maltrata verbalmente. Original la aplicación de colores a los ingredientes invocados.
En «El lunar» alienta una sensualidad que no puede canalizarse. La prosa directa de Casañas introduce imágenes y símiles que dan cuenta del estado de ánimo de la solitaria protagonista.
Siguen los colores en forma de anillos que funcionan como ilustraciones.
Una prosa precisa y ágil exhibe «Violación», que presenta un relato triste cuyo desenlace resulta emotivo y estimulante.
Hay cuatro páginas dispersas en el libro que se titulan «Citas y frases» y funcionan como espontáneas ocurrencias –algunas de ellas aforísticas– que enriquecen la lectura.
Tanto «Conectados» como «Colgado de la red» refieren la adicción informática que da paso a la falta de auténtica comunicación y a la soledad.
Una aguda reflexión sobre la avaricia espiritual de los seres humanos por vivir intensamente cada segundo de la vida da cuenta «Atrapando el momento».
«Despojada» puede leerse como prosa poética que alude a esos instantes íntimos que llevan a un sentimiento de desolación: “Aceptando sin intención de compartir, esta voz interior que bucea en soledad».
Otro soliloquio de una mujer dominada por la melancolía es «Ella, él y el mar», como también lo son «Soliloquio a dos voces» y «Remando remar» (en este último una muchacho aspira conquistar a todas las estudiantes).
El final sorpresivo de «Revelaciones» señala el golpe bajo que suelen recibir los enamorados ingenuos.
Probando su amplitud de registro Gabriela Casañas desarrolla una fábula romántica en «Leda y el cisne».
“La psiquis es lo más fuerte de nuestro ser ¿o no? (…) Una y otra vez nos sometemos a su locura con breves espacios de lucidez” propone «Pensamientos de gato». De esta forma, la narradora permanentemente indaga en el sentido de la existencia.
En «Siempre niña» un imprevisto final revela que parte del cuento es un sueño de la protagonista.
Evidentemente la autora anhela que el amor triunfe y así lo expone «La carta» en una suerte de grito, y «Sin despedida» plasma un emotivo canto al humanismo.
Gabriela Casañas nació en Buenos Aires y escribió las novelas La libertad de Oudine (2006) y Semen (2009) y el libro de cuentos Mujer sin maquillaje (2015).
Germán Cáceres
(Editorial Dunken, Buenos Aires, 2018, 96 páginas)
Convincente introducción de «Palabras de la autora», en la que comenta sobre la libreta de apuntes: “El cuaderno es un objeto que me ha acompañado toda la vida. En cientos de ellos quedaron plasmadas frases, vivencias, fragmentos de novelas, en un desorden atrapante (…) “¿No se encuentra la verdadera historia en un espontáneo descubrir, desprolijo, casi en clave…?”. Su enfoque puede emparentarse con el de Alberto Tabbia (1939-1997) – director junto a Edgardo Cozarinsky de la notable revista de cine Flashback–, cuya libreta de notas terminó convertida en el libro Palacio de olvido. Así, Apuntes con lápiz de mina tiene la forma de cuaderno escolar y los textos de los cuentos están ornados por pequeñas viñetas coloreadas que buscan la empatía del lector. Además, la tipografía imita la letra de la escritura con birome.
El «Portal» presenta un sagaz y lúcido prólogo de Marita Rodríguez-Cazaux, que capta, como si su lectura la efectuara con un escalpelo, el sentido de los cuentos incluidos en el libro: “…ese ir y venir de desmemorias que es la memoria, merezca transitarse en compañía de una libreta de apuntes, donde podamos dibujar entre renglones el sueño perseguido, aquella ambición en ascuas, el plan relegado, y por qué no, los soles y lunas de un calendario que aspire perpetuarse”.
Muchos de los cuentos son monólogos interiores, como por ejemplo «Etiquetas», en el cual la protagonista prepara una comida con muchos condimentos para el amante que la engaña y la maltrata verbalmente. Original la aplicación de colores a los ingredientes invocados.
En «El lunar» alienta una sensualidad que no puede canalizarse. La prosa directa de Casañas introduce imágenes y símiles que dan cuenta del estado de ánimo de la solitaria protagonista.
Siguen los colores en forma de anillos que funcionan como ilustraciones.
Una prosa precisa y ágil exhibe «Violación», que presenta un relato triste cuyo desenlace resulta emotivo y estimulante.
Hay cuatro páginas dispersas en el libro que se titulan «Citas y frases» y funcionan como espontáneas ocurrencias –algunas de ellas aforísticas– que enriquecen la lectura.
Tanto «Conectados» como «Colgado de la red» refieren la adicción informática que da paso a la falta de auténtica comunicación y a la soledad.
Una aguda reflexión sobre la avaricia espiritual de los seres humanos por vivir intensamente cada segundo de la vida da cuenta «Atrapando el momento».
«Despojada» puede leerse como prosa poética que alude a esos instantes íntimos que llevan a un sentimiento de desolación: “Aceptando sin intención de compartir, esta voz interior que bucea en soledad».
Otro soliloquio de una mujer dominada por la melancolía es «Ella, él y el mar», como también lo son «Soliloquio a dos voces» y «Remando remar» (en este último una muchacho aspira conquistar a todas las estudiantes).
El final sorpresivo de «Revelaciones» señala el golpe bajo que suelen recibir los enamorados ingenuos.
Probando su amplitud de registro Gabriela Casañas desarrolla una fábula romántica en «Leda y el cisne».
“La psiquis es lo más fuerte de nuestro ser ¿o no? (…) Una y otra vez nos sometemos a su locura con breves espacios de lucidez” propone «Pensamientos de gato». De esta forma, la narradora permanentemente indaga en el sentido de la existencia.
En «Siempre niña» un imprevisto final revela que parte del cuento es un sueño de la protagonista.
Evidentemente la autora anhela que el amor triunfe y así lo expone «La carta» en una suerte de grito, y «Sin despedida» plasma un emotivo canto al humanismo.
Gabriela Casañas nació en Buenos Aires y escribió las novelas La libertad de Oudine (2006) y Semen (2009) y el libro de cuentos Mujer sin maquillaje (2015).
Germán Cáceres
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Carta inédita de Pascual Vuotto
Hace unos días, Pedro Acuña – abogado, hombre culto, fino lector – me alcanzó una carta que Pascual Vuotto le había escrito a su tía, Da. Aicida Schenone de Villagra, maestra de su pequeña hija, Themis Vuotto. Está fechada el 25 de noviembre de 1938. Un texto no sólo emotivo sino de calidad literaria, donde se manifiesta principios y elevada formación. La maestra de la niña fue una gran educadora y llegó a ser inspectora distrital de Mercedes. Falleció en 1958; Themis, en 2003.
Luis Danussi, padre de Rocío, fue el primero en hablarme de él. Luis Franco me presentó a su gran amigo Pascual Vuotto en Mar del Plata. Sospecho que era el verano de 1979. Vuotto: una leyenda ética del idealismo libertario. Se lo conoce por un hecho histórico terrible: Los presos de Bragado. Un caso de tortura policial de la Década Infame (1930-1943). Fue detenido arbitraria y falsamente, acusado de haber puesto una bomba el 5 de agosto de 1931. Estuvo preso desde 1931 hasta 1942. Había sido condenado a cadena perpetua. Sufrió los peores tormentos. Un suceso trascendente de nuestra historia, hoy casi olvidado. Años de lucha por lograr su libertad. En todo el país se formaron comités de solidaridad por los detenidos. Se realizaron actos, marchas, publicaciones. Fueron sus defensores el Dr. Enrique Corona Martínez, el Dr. Carlos Sánchez Viamonte y el Dr. Gabriel Bajardi.
Vuotto, obrero ferroviario, publica Vida de un proletario, en 1935. Se llegarán a vender, en sucesivas ediciones, más de 34.000 ejemplares. Fernando Quesada escribió Por la libertad de Los Presos de Bragado; Carlos Sánchez Viamonte, Defensa de un proletario. En 1991 Vuotto presenta en la Federación Libertaria Argentina El Proceso de Bragado ¡Yo acuso!
Sus restos fueron velados en la FLA. Lo despidieron el anarquista Enrique Palazzo y el socialista Guillermo Estévez Boero. Había nacido en 9 de Julio, Provincia de Buenos Aires, el 5 de enero de 1904. Murió el 16 de febrero de 1993 en Buenos Aires. Sus restos fueron cremados en el cementerio de Berazategui. Se había casado con la militante anarquista Donatila Barrera. Libros de su biblioteca hoy están en la mía por donación de Themis.
Luis Danussi, padre de Rocío, fue el primero en hablarme de él. Luis Franco me presentó a su gran amigo Pascual Vuotto en Mar del Plata. Sospecho que era el verano de 1979. Vuotto: una leyenda ética del idealismo libertario. Se lo conoce por un hecho histórico terrible: Los presos de Bragado. Un caso de tortura policial de la Década Infame (1930-1943). Fue detenido arbitraria y falsamente, acusado de haber puesto una bomba el 5 de agosto de 1931. Estuvo preso desde 1931 hasta 1942. Había sido condenado a cadena perpetua. Sufrió los peores tormentos. Un suceso trascendente de nuestra historia, hoy casi olvidado. Años de lucha por lograr su libertad. En todo el país se formaron comités de solidaridad por los detenidos. Se realizaron actos, marchas, publicaciones. Fueron sus defensores el Dr. Enrique Corona Martínez, el Dr. Carlos Sánchez Viamonte y el Dr. Gabriel Bajardi.
Vuotto, obrero ferroviario, publica Vida de un proletario, en 1935. Se llegarán a vender, en sucesivas ediciones, más de 34.000 ejemplares. Fernando Quesada escribió Por la libertad de Los Presos de Bragado; Carlos Sánchez Viamonte, Defensa de un proletario. En 1991 Vuotto presenta en la Federación Libertaria Argentina El Proceso de Bragado ¡Yo acuso!
Sus restos fueron velados en la FLA. Lo despidieron el anarquista Enrique Palazzo y el socialista Guillermo Estévez Boero. Había nacido en 9 de Julio, Provincia de Buenos Aires, el 5 de enero de 1904. Murió el 16 de febrero de 1993 en Buenos Aires. Sus restos fueron cremados en el cementerio de Berazategui. Se había casado con la militante anarquista Donatila Barrera. Libros de su biblioteca hoy están en la mía por donación de Themis.
Sra. Aicida S. de Villagra
Distinguida señora:
Mi compañera se ha permitido hacerme partícipe del contenido de su carta. Y he experimentado la más viva satisfacción, no porque haya sentido halagada mi vanidad de padre, sino porque usted ha puesto alas a mis esperanzas al hablarme así de esa hijita a través de quien veo la luz del día.
La ignorancia, el egoísmo y los desenfrenados apetitos humanos han hecho de la vida, que lo bello y simple como una flor, como una sonrisa o como una lágrima, algo que nos tortura y nos hace desdichados. Yo, que no tuve infancia, valorizo lo que es para el niño no acercarse a las fuentes impuras y es por ello que me empeño en mantenerlos alejados de las pequeñas miserias humanas. Quisiera que fueran toda bondad, todo amor para sus semejantes. Por eso ellos no saben del dolor de mi drama más que aquello que les llega de reflejo.
Se extrañará usted al leer estas consideraciones tan ajenas a su carta y al motivo que la determinó. Es que quiero demostrarle que comprendo su conducta para con mi pequeña y comparto también sus íntimas satisfacciones al ser objeto de esas manifestaciones de cariño por parte de mi nena.
¿Conoce usted el proceder de los griegos para con las mujeres próximas a ser madres? Yo, que viví casi como Diógenes, me esforcé en que los pájaros sustituyeran a las bellas estatuas y a la música, para que la bonanza y modesta belleza de un lugar apacible obrara de reflejo sobre mi futura hijita.
¿Es ridículo que yo, en estas circunstancias, haga a usted estas confesiones? No importa; son sinceras y espontáneas. Usted me excusará. No he leído esa publicación. Pero quiero llama su atención sobre el nombre de mi nena. Esa es mi única y secreta venganza contra quienes me arrojaron este abismo, de donde he de salir no lejano día. La verdad triunfará y mi hijita con su nombre reprochará a la actual sociedad de sus crímenes cometidos en nombre de la ley y la justicia.
Señora: le ruego quiera aceptar mi más honda gratitud por todo cuanto hizo usted de mi nena y para ella. Es la gratitud de un corazón humano que nunca albergó el odio.
Salúdale con toda consideración
P. Vuotto
25/11/38
Nota: El 28 de julio de 1993 el Congreso Nacional sancionó la ley 24.233, por un proyecto de Estévez Boero que “desagravia el nombre y la memoria” de Los Presos de Bragado. Vuotto había fallecido cuatro meses antes de dicha reparación.
Carlos Penelas
Buenos Aires, 24 de noviembre de 2018
Distinguida señora:
Mi compañera se ha permitido hacerme partícipe del contenido de su carta. Y he experimentado la más viva satisfacción, no porque haya sentido halagada mi vanidad de padre, sino porque usted ha puesto alas a mis esperanzas al hablarme así de esa hijita a través de quien veo la luz del día.
La ignorancia, el egoísmo y los desenfrenados apetitos humanos han hecho de la vida, que lo bello y simple como una flor, como una sonrisa o como una lágrima, algo que nos tortura y nos hace desdichados. Yo, que no tuve infancia, valorizo lo que es para el niño no acercarse a las fuentes impuras y es por ello que me empeño en mantenerlos alejados de las pequeñas miserias humanas. Quisiera que fueran toda bondad, todo amor para sus semejantes. Por eso ellos no saben del dolor de mi drama más que aquello que les llega de reflejo.
Se extrañará usted al leer estas consideraciones tan ajenas a su carta y al motivo que la determinó. Es que quiero demostrarle que comprendo su conducta para con mi pequeña y comparto también sus íntimas satisfacciones al ser objeto de esas manifestaciones de cariño por parte de mi nena.
¿Conoce usted el proceder de los griegos para con las mujeres próximas a ser madres? Yo, que viví casi como Diógenes, me esforcé en que los pájaros sustituyeran a las bellas estatuas y a la música, para que la bonanza y modesta belleza de un lugar apacible obrara de reflejo sobre mi futura hijita.
¿Es ridículo que yo, en estas circunstancias, haga a usted estas confesiones? No importa; son sinceras y espontáneas. Usted me excusará. No he leído esa publicación. Pero quiero llama su atención sobre el nombre de mi nena. Esa es mi única y secreta venganza contra quienes me arrojaron este abismo, de donde he de salir no lejano día. La verdad triunfará y mi hijita con su nombre reprochará a la actual sociedad de sus crímenes cometidos en nombre de la ley y la justicia.
Señora: le ruego quiera aceptar mi más honda gratitud por todo cuanto hizo usted de mi nena y para ella. Es la gratitud de un corazón humano que nunca albergó el odio.
Salúdale con toda consideración
P. Vuotto
25/11/38
Nota: El 28 de julio de 1993 el Congreso Nacional sancionó la ley 24.233, por un proyecto de Estévez Boero que “desagravia el nombre y la memoria” de Los Presos de Bragado. Vuotto había fallecido cuatro meses antes de dicha reparación.
Carlos Penelas
Buenos Aires, 24 de noviembre de 2018
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Finalizó el Seminario clínico 2018
Dictado por Enrique Acuña, finalizó el Seminario Clínico que se desarrolló a lo largo de todo el año en nuestra Biblioteca.
El ciclo 2018, que se llevó a cabo bajo el tema "Ex-Sistencia del inconsciente -Identidad, identificación, vacío-", finalizó el sábado 24 de noviembre.
En el marco del Seminario también se llevó a cabo la II Jornada Red AAPP (Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas) en nuestra Biblioteca, bajo el lema "La identidad cuestionada -Angustia e identificaciones-".
El ciclo 2018, que se llevó a cabo bajo el tema "Ex-Sistencia del inconsciente -Identidad, identificación, vacío-", finalizó el sábado 24 de noviembre.
En el marco del Seminario también se llevó a cabo la II Jornada Red AAPP (Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas) en nuestra Biblioteca, bajo el lema "La identidad cuestionada -Angustia e identificaciones-".
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Jueves y viernes, cerramos por el G20
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Vigencia de Dante Panzeri
Viendo lo ocurrido el fin de semana con la final de la Copa Libertadores, cobra absoluta vigencia Burguesía y gangsterismo en el deporte, ensayo fundamental de Dante Panzeri, disponible en nuestro catálogo.
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Finalizó el taller de Coro
Este viernes finalizó el Taller de Coro con preparación vocal en la Biblioteca, a cargo de Inés Maurel y Alejandra Varela. El grupo continuará en 2019.
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Muerte súbita
de Eduardo González
(del Naranjo, Buenos Aires, 2018,112 páginas)
Como ya demostró en sus libros anteriores, Eduardo González domina una prosa ágil, plena en giros y modismos propios de la jerga empleada por las generaciones jóvenes (“¡RESETEAR! ¡Otra vez en el Empire State! Ahora King Kong amenazaba con devorarme.”). Sus diálogos son convincentes, captan el habla veloz y cortante de los adolescentes. No obstante esta peculiaridad, la calidad de la escritura está muy cuidada y se explaya en belleza y soltura: “Pelo negro largo casi hasta la cintura. Ojos tan negros como su pelo. Una loba. Labios carnosos y sensuales y un cuerpo capaz de hacer hervir las aguas del Riachuelo en pleno invierno.”
Este libro con amplias referencias al ciclismo demuestra que el autor conoce bien ese ámbito. Pero su principal objetivo es denunciar la explotación de los menores en el fútbol: “Bianchi temía por la vida de esos chicos (…) era sólo la punta de un iceberg de una red mayor de traficantes de niños deportistas.”/”Son muchos los casos en que los padres mandan a sus hijos a escuelas deportivas como una oportunidad para salir de la pobreza.” Coincide en ello el escritor de novelas policiales Harlan Coben, que en Golpe de efecto denuncia la corrupción y el delito que rodean la glamorosa órbita del tenis.
Con astucia narrativa el autor va planteando paulatinamente una intriga creciente. Y describe varias zonas porteñas probando que está informado sobre los bares, las hamburgueserías y las comidas rápidas. Como también lo está de los múltiples usos del celular y de la denominación de páginas y blogs que circulan por internet. O sea, es una novela con la cual los jóvenes se identificarán.
La acción, que por momentos se torna vertiginosa y estimulante, adquiere el ritmo de un filoso montaje cinematográfico: hay numerosas oraciones que constan de una sola palabra.
La compleja trama policial de Muerte súbita funciona a la perfección, no hay cabos sueltos y las sospechas rotan alrededor de varios personajes.
Eduardo González ha publicado, entre otros libros, El fantasma de Gardel ataca el Abasto, El secreto de Leonardo da Vinci, Barrio de Tango, Misterioso campamento en Maschwitz, Los casos de Muki, Por el camino del cóndor. Tuvo a su cargo la organización del Festival Buenos Aires Negra Joven en 2013. Recibió varios premios: en 2002, de la Asociación de Escritores Policiales de Bulgaria; en 2003 el Accésit del Concurso de Relatos de la Semana Negra de Gijón; en 2004 el Primer Premio “Indio Martín” de Cuba; en 2014 el Konex de Literatura Juvenil y en 2017 el Premio Barco de Vapor.
Germán Cáceres
(del Naranjo, Buenos Aires, 2018,112 páginas)
Como ya demostró en sus libros anteriores, Eduardo González domina una prosa ágil, plena en giros y modismos propios de la jerga empleada por las generaciones jóvenes (“¡RESETEAR! ¡Otra vez en el Empire State! Ahora King Kong amenazaba con devorarme.”). Sus diálogos son convincentes, captan el habla veloz y cortante de los adolescentes. No obstante esta peculiaridad, la calidad de la escritura está muy cuidada y se explaya en belleza y soltura: “Pelo negro largo casi hasta la cintura. Ojos tan negros como su pelo. Una loba. Labios carnosos y sensuales y un cuerpo capaz de hacer hervir las aguas del Riachuelo en pleno invierno.”
Este libro con amplias referencias al ciclismo demuestra que el autor conoce bien ese ámbito. Pero su principal objetivo es denunciar la explotación de los menores en el fútbol: “Bianchi temía por la vida de esos chicos (…) era sólo la punta de un iceberg de una red mayor de traficantes de niños deportistas.”/”Son muchos los casos en que los padres mandan a sus hijos a escuelas deportivas como una oportunidad para salir de la pobreza.” Coincide en ello el escritor de novelas policiales Harlan Coben, que en Golpe de efecto denuncia la corrupción y el delito que rodean la glamorosa órbita del tenis.
Con astucia narrativa el autor va planteando paulatinamente una intriga creciente. Y describe varias zonas porteñas probando que está informado sobre los bares, las hamburgueserías y las comidas rápidas. Como también lo está de los múltiples usos del celular y de la denominación de páginas y blogs que circulan por internet. O sea, es una novela con la cual los jóvenes se identificarán.
La acción, que por momentos se torna vertiginosa y estimulante, adquiere el ritmo de un filoso montaje cinematográfico: hay numerosas oraciones que constan de una sola palabra.
La compleja trama policial de Muerte súbita funciona a la perfección, no hay cabos sueltos y las sospechas rotan alrededor de varios personajes.
Eduardo González ha publicado, entre otros libros, El fantasma de Gardel ataca el Abasto, El secreto de Leonardo da Vinci, Barrio de Tango, Misterioso campamento en Maschwitz, Los casos de Muki, Por el camino del cóndor. Tuvo a su cargo la organización del Festival Buenos Aires Negra Joven en 2013. Recibió varios premios: en 2002, de la Asociación de Escritores Policiales de Bulgaria; en 2003 el Accésit del Concurso de Relatos de la Semana Negra de Gijón; en 2004 el Primer Premio “Indio Martín” de Cuba; en 2014 el Konex de Literatura Juvenil y en 2017 el Premio Barco de Vapor.
Germán Cáceres
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Asóciese a la Biblioteca
El Centro Cultural y Biblioteca Popular Carlos Sánchez Viamonte está creciendo y necesita nuevos socios. Por una cuota mensual muy accesible usted puede solicitar el préstamo de libros a domicilio, obtener descuentos en los talleres, cursos y actividades rentadas, y ahora también a nuestra Videoteca.
Para asociarse como Adherente, Estudiante o Jubilado y utilizar nuestros servicios es necesario concurrir a la Biblioteca, Austria 2154, en los horarios de atención al público (lunes a viernes de 16 a 20 hs).
Allí deberán presentar: Documento de identidad (DNI/LE/LC) con fotocopia de las dos primeras páginas; un servicio a nombre de quien se asocia, que verifique el domicilio que coincida con el del documento; y una foto 4 x 4. Quienes accedan a las categorías "Jubilados" o "Estudiantes" deberán presentar la documentación que acredite tal condición.
Al momento de la asociación se deberán abonar tres meses por adelantado. El registro será en todos los casos de Socio Adherente de la Biblioteca.
Para cualquier consulta, escríbanos a carlossanchezviamonte@yahoo.com.ar o llame en los días y horarios indicados al 4802-8211. Acá puede leer el Reglamento de la Biblioteca. Como siempre, podrá visitar nuestra página www.carlossviamonte.com.ar y seguirnos en Facebook y Twitter.
Videoteca
El material podrá ser retirado por los Socios adherentes de la Biblioteca, el préstamo será domiciliario, sin que haya posibilidad de visualización en nuestra sede.
Al igual que con los libros, se podrán solicitar en préstamo hasta dos DVD de forma simultánea, pero en el caso de tener libros en su poder, se limitará a un sólo DVD. El plazo de préstamo, en ambos casos, es de cinco días corridos, sin posibilidad de renovación.
En caso de demora en la devolución, daños o roturas del material, las sanciones y/o multas correspondientes se regirán bajo el mismo reglamento de la Biblioteca.
Cómo retirar DVDs
Para retirar material audiovisual de la Videoteca es necesario previamente estar asociado al Centro Cultural y Biblioteca Popular Carlos Sánchez Viamonte, cumpliendo las normas y requisitos vigentes para el préstamo domiciliario de libros.
Al momento de la adhesión a la Videoteca se deberán entregar 3 DVD vírgenes con sus correspondientes cajas, a modo de donación para ampliar el catálogo. Dicha membresía deberá renovarse anualmente bajo las mismas condiciones, pudiendo ser modificadas por la Comisión Directiva de la Biblioteca.
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Allí deberán presentar: Documento de identidad (DNI/LE/LC) con fotocopia de las dos primeras páginas; un servicio a nombre de quien se asocia, que verifique el domicilio que coincida con el del documento; y una foto 4 x 4. Quienes accedan a las categorías "Jubilados" o "Estudiantes" deberán presentar la documentación que acredite tal condición.
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Ida Vitale, premio Cervantes 2018
La escritora uruguaya de 95 años es representante de la poesía esencialista.
La poeta uruguaya Ida Vitale (Montevideo, 1923) ha sido galardonada con el Premio Cervantes 2018. El considerado como Nobel de literatura en castellano está dotado con 125.000 euros. Inscrita en la tradición de las vanguardias latinoamericanas, Vitale, cuya obra está caracterizada por poemas cortos, una búsqueda del sentido de las palabras y un carácter metaliterario, es representante de la poesía esencialista. El premio valora "su lenguaje, uno de los más reconocidos en español".
Se rompe una regla no escrita. Desde 1996, el Premio Cervantes solía alternar un galardón español con uno latinoamericano. Pero si el año pasado lo recibió el nicaragüense Sergio Ramírez —que este año ha formado parte del jurado— esta edición ha sido para Vitale.
Lo recogerá en abril en Alcalá de Henares (Madrid). Y, según Carme Riera, representante de la Real Academia Española (RAE) en el jurado, espera que acuda a la entrega en las mejores condiciones pese a sus 95 años. No lo decía porque la fuerza de Ida Vitale esté en duda, sino porque las pocas mujeres que hasta ahora han sido premiadas —solo cinco, incluida la poeta uruguaya—, apenas pudieron subir las complicadas escaleras de la cátedra. No lo hicieron María Zambrano ni Dulce María Loynaz, por citar dos ejemplos.
“Los españoles están igual de locos que en la época de la conquista”. Es lo que le dijo Vitale a José Guirao, ministro de Cultura, cuando le comunicó esta mañana el fallo. No hay duda de que lo recogerá, ha afirmado el ministro. “Es una mujer que responde como pocas a su apellido”. Fue la reacción de una autora verdaderamente abrumada por los premios que ha conseguido últimamente en España: aparte del Cervantes, en España ha recibido el García Lorca en 2015 y el Reina Sofía en 2016, dos reconocimientos prestigiosos para la literatura en español. Además, la semana que viene recogerá en Guadalajara (México) el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances.
Sergio Ramírez celebró la decisión del jurado y cree que es justo con Uruguay, un país de gran tradición y calidad en la poesía femenina. El escritor nicaragüense también subrayó que no se otorga el premio por ser hombre o mujer, “sino por la calidad de una obra que queda fuera de toda duda”. Y por las siguientes razones esgrimidas en conjunto: “Por su lenguaje, uno de los más destacados y reconocidos de la poesía moderna en español, que es al mismo tiempo intelectual y popular, universal y personal, transparente y hondo. Convertida desde hace un tiempo en un referente fundamental para poetas de todas las generaciones y en todos los rincones del español”.
Vitale es la quinta mujer reconocida por este premio que ha sido concedido a 40 hombres. Hasta ahora lo habían recibido las españolas María Zambrano (1988) y Ana María Matute (2010), la cubana Dulce María Loynaz (1992) y la mexicana Elena Poniatowska (2013). Además, teniendo en cuenta que este año no ha habido Premio Nobel de Literatura, el reconocimiento cobra especial relevancia para el mundo de las letras.
Considerada miembro de la llamada Generación del 45, junto con Mario Benedetti y Juan Carlos Onetti, estudió Humanidades y se dedicó a la enseñanza. Fue profesora de Literatura hasta 1973, cuando la dictadura la obligó a exiliarse en México durante una década (1974-1984).
En México, formó parte del consejo asesor de la revista Vuelta, impulsada por Octavio Paz, y fue una de los cofundadores del semanario Uno-Más-Uno, en 1982. En 1984 regresó a Uruguay, donde dirigió la página cultural del semanario Jaque, y en 1989 trasladó su residencia a Austin (Texas, EE UU), desde donde ha vuelto recientemente a su país.
En su larga carrera literaria ha escrito: La luz de esta memoria (1949), primer poemario al que le siguieron Palabra dada (1953), Cada uno en su noche (1960), Paso a paso (1963), Oidor andante (1972), Jardín de sílice (1980), la antología Fieles (1976-1982), Elegías en otoño (1982), Entresaca (1984), Parvo reino (1984), Sueños de la constancia (1988), Serie del sinsonte (1992), Procura de lo imposible (1998), Reducción del infinito (2002), Plantas y animales (2003), o El Abc de Byobu (2005).
En septiembre de 2010, publicó en España Mella y criba (poemario). Entre sus ensayos, destacan Arte simple (1937), El ejemplo de Antonio Machado (1940), Cervantes en nuestro tiempo (1947), La poesía de Basso Maglio (1959), M. Bandeira, C. Meirles y C. Drummond de Andrade: Tres edades en la poesía brasileña actual (1963), La poesía de Jorge de Lima (1963), La poesía de Cecilia Meireles (1965).
En su visita a Madrid en junio de 2017, manifestó que "es muy importante que en una cultura haya una figura de referencia, no para acatarla; pero sí para tenerla como referencia con posibilidad de acuerdo o de discusión a buen nivel". Eso es lo que hizo Octavio Paz, explicó a Efe esta poeta, narradora, ensayista y traductora en una entrevista en la Residencia de Estudiantes, el templo de la poesía, de la Generación del 27, a cuyos autores tanto admira.
El jurado
Aparte de los citados, el jurado estaba integrado por el escritor Eduardo Mendoza, premio Cervantes 2016; Rafael Ángel Rivas, de la Academia Venezolana de la Lengua; Aurora Egido, por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE); Francisco Pérez-Arce, por la Unión de Universidades de América Latina (UDUAL); Martín López-Vega, por el Instituto Cervantes; José Manuel Blecua, a propuesta del ministro de Cultura y Deporte; Concha Barrigós, por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE); por la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), Norma Valle y por la Asociación Internacional de Hispanistas, Christoph Strosetzki. Con voz, pero sin voto, ha concurrido Olvido García Valdés, directora general del Libro y Fomento de la Lectura.
Jesús Ruiz Mantilla
Diario El País, Madrid
La poeta uruguaya Ida Vitale (Montevideo, 1923) ha sido galardonada con el Premio Cervantes 2018. El considerado como Nobel de literatura en castellano está dotado con 125.000 euros. Inscrita en la tradición de las vanguardias latinoamericanas, Vitale, cuya obra está caracterizada por poemas cortos, una búsqueda del sentido de las palabras y un carácter metaliterario, es representante de la poesía esencialista. El premio valora "su lenguaje, uno de los más reconocidos en español".
Se rompe una regla no escrita. Desde 1996, el Premio Cervantes solía alternar un galardón español con uno latinoamericano. Pero si el año pasado lo recibió el nicaragüense Sergio Ramírez —que este año ha formado parte del jurado— esta edición ha sido para Vitale.
Lo recogerá en abril en Alcalá de Henares (Madrid). Y, según Carme Riera, representante de la Real Academia Española (RAE) en el jurado, espera que acuda a la entrega en las mejores condiciones pese a sus 95 años. No lo decía porque la fuerza de Ida Vitale esté en duda, sino porque las pocas mujeres que hasta ahora han sido premiadas —solo cinco, incluida la poeta uruguaya—, apenas pudieron subir las complicadas escaleras de la cátedra. No lo hicieron María Zambrano ni Dulce María Loynaz, por citar dos ejemplos.
“Los españoles están igual de locos que en la época de la conquista”. Es lo que le dijo Vitale a José Guirao, ministro de Cultura, cuando le comunicó esta mañana el fallo. No hay duda de que lo recogerá, ha afirmado el ministro. “Es una mujer que responde como pocas a su apellido”. Fue la reacción de una autora verdaderamente abrumada por los premios que ha conseguido últimamente en España: aparte del Cervantes, en España ha recibido el García Lorca en 2015 y el Reina Sofía en 2016, dos reconocimientos prestigiosos para la literatura en español. Además, la semana que viene recogerá en Guadalajara (México) el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances.
Sergio Ramírez celebró la decisión del jurado y cree que es justo con Uruguay, un país de gran tradición y calidad en la poesía femenina. El escritor nicaragüense también subrayó que no se otorga el premio por ser hombre o mujer, “sino por la calidad de una obra que queda fuera de toda duda”. Y por las siguientes razones esgrimidas en conjunto: “Por su lenguaje, uno de los más destacados y reconocidos de la poesía moderna en español, que es al mismo tiempo intelectual y popular, universal y personal, transparente y hondo. Convertida desde hace un tiempo en un referente fundamental para poetas de todas las generaciones y en todos los rincones del español”.
Vitale es la quinta mujer reconocida por este premio que ha sido concedido a 40 hombres. Hasta ahora lo habían recibido las españolas María Zambrano (1988) y Ana María Matute (2010), la cubana Dulce María Loynaz (1992) y la mexicana Elena Poniatowska (2013). Además, teniendo en cuenta que este año no ha habido Premio Nobel de Literatura, el reconocimiento cobra especial relevancia para el mundo de las letras.
Considerada miembro de la llamada Generación del 45, junto con Mario Benedetti y Juan Carlos Onetti, estudió Humanidades y se dedicó a la enseñanza. Fue profesora de Literatura hasta 1973, cuando la dictadura la obligó a exiliarse en México durante una década (1974-1984).
En México, formó parte del consejo asesor de la revista Vuelta, impulsada por Octavio Paz, y fue una de los cofundadores del semanario Uno-Más-Uno, en 1982. En 1984 regresó a Uruguay, donde dirigió la página cultural del semanario Jaque, y en 1989 trasladó su residencia a Austin (Texas, EE UU), desde donde ha vuelto recientemente a su país.
En su larga carrera literaria ha escrito: La luz de esta memoria (1949), primer poemario al que le siguieron Palabra dada (1953), Cada uno en su noche (1960), Paso a paso (1963), Oidor andante (1972), Jardín de sílice (1980), la antología Fieles (1976-1982), Elegías en otoño (1982), Entresaca (1984), Parvo reino (1984), Sueños de la constancia (1988), Serie del sinsonte (1992), Procura de lo imposible (1998), Reducción del infinito (2002), Plantas y animales (2003), o El Abc de Byobu (2005).
En septiembre de 2010, publicó en España Mella y criba (poemario). Entre sus ensayos, destacan Arte simple (1937), El ejemplo de Antonio Machado (1940), Cervantes en nuestro tiempo (1947), La poesía de Basso Maglio (1959), M. Bandeira, C. Meirles y C. Drummond de Andrade: Tres edades en la poesía brasileña actual (1963), La poesía de Jorge de Lima (1963), La poesía de Cecilia Meireles (1965).
En su visita a Madrid en junio de 2017, manifestó que "es muy importante que en una cultura haya una figura de referencia, no para acatarla; pero sí para tenerla como referencia con posibilidad de acuerdo o de discusión a buen nivel". Eso es lo que hizo Octavio Paz, explicó a Efe esta poeta, narradora, ensayista y traductora en una entrevista en la Residencia de Estudiantes, el templo de la poesía, de la Generación del 27, a cuyos autores tanto admira.
El jurado
Aparte de los citados, el jurado estaba integrado por el escritor Eduardo Mendoza, premio Cervantes 2016; Rafael Ángel Rivas, de la Academia Venezolana de la Lengua; Aurora Egido, por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE); Francisco Pérez-Arce, por la Unión de Universidades de América Latina (UDUAL); Martín López-Vega, por el Instituto Cervantes; José Manuel Blecua, a propuesta del ministro de Cultura y Deporte; Concha Barrigós, por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE); por la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), Norma Valle y por la Asociación Internacional de Hispanistas, Christoph Strosetzki. Con voz, pero sin voto, ha concurrido Olvido García Valdés, directora general del Libro y Fomento de la Lectura.
Jesús Ruiz Mantilla
Diario El País, Madrid
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Premio de la AAL a Graciela Maturo
Saludamos a Graciela Maturo, quien durante años mantuvo el espacio de reuniones del CEP en nuestra Biblioteca, por la distinción que recibirá de parte de la Academia Argentina de Letras.
La doctora Graciela Maturo recibirá el premio "Personalidad sobresaliente de las Letras" que entregará este año la Academia Argentina de Letras.
El acto se llevará a cabo en el Salón Leopoldo Marechal del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, Pizzurno 935, segundo piso, el jueves 22 de noviembre a las 18 horas.
Desde 2012 el Centro de Estudios Poéticos "Alethéia" se reúne mensualmente en nuestra Biblioteca, entre marzo y diciembre, brindando lecturas y conferencias de estudiosos en distintos ámbitos de la literatura, la filosofía y las artes.
La profesora Maturo presidió el Centro de Estudios Poéticos "Aletheia", que durante cinco años mantuvo sus reuniones periódicas en nuestra Biblioteca. Entre otros conferencistas, pasaron por nuestra casa el catedrático español Jesús Moreno Sanz, Mario Satz, Jorge Albertella, Oscar de Gyldenfeldt, Silvia Long-Ohni, Sergio Fuster, Fernando Sánchez Zinny, Jorge Eduardo Fernández y Alejandro Drewes.
La doctora Graciela Maturo recibirá el premio "Personalidad sobresaliente de las Letras" que entregará este año la Academia Argentina de Letras.
El acto se llevará a cabo en el Salón Leopoldo Marechal del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, Pizzurno 935, segundo piso, el jueves 22 de noviembre a las 18 horas.
Desde 2012 el Centro de Estudios Poéticos "Alethéia" se reúne mensualmente en nuestra Biblioteca, entre marzo y diciembre, brindando lecturas y conferencias de estudiosos en distintos ámbitos de la literatura, la filosofía y las artes.
La profesora Maturo presidió el Centro de Estudios Poéticos "Aletheia", que durante cinco años mantuvo sus reuniones periódicas en nuestra Biblioteca. Entre otros conferencistas, pasaron por nuestra casa el catedrático español Jesús Moreno Sanz, Mario Satz, Jorge Albertella, Oscar de Gyldenfeldt, Silvia Long-Ohni, Sergio Fuster, Fernando Sánchez Zinny, Jorge Eduardo Fernández y Alejandro Drewes.
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La fuerza de los nombres
Compartimos otro artículo del escritor chileno Edmundo Moure, amigo de nuestra Biblioteca.
En mi primer viaje a España, hace treinta y cinco años, me llamó la atención encontrar también los libros más conocidos de Pablo Neruda en las pequeñas librerías o kioscos de periódicos y revistas de las estaciones del ferrocarril. Ahí estaba, vivo y radiante, su nombre, mucho más que en las grises calles chilenas de los 80, época aciaga bajo la dictadura militar-empresarial que, entre muchas arbitrariedades, intentó proscribir al Poeta.
Era, sin duda, el nombre nuestro más pronunciado por bocas españolas; ni qué decir entre los republicanos, para quienes Neruda seguía siendo un paradigma de la lucha contra el franquismo y el héroe del Winnipeg, el barco de la esperanza previsto para traer a Chile a dos mil trescientos refugiados de la Guerra Civil, en agosto de 1939. Cabe mencionar que en los bares hispanos sonaban también otros nombres, como el de Pinochet, pronunciado indefectiblemente con sorna y picardía retranqueira (cualidad del humor gallego), para zaherir al forastero, asociando su nacionalidad con la del mayor asesino de nuestra violenta historia patria.
En esa breve semana de mayo de 1983 en Madrid, tuve el privilegio de compartir con mi amigo, poeta, ensayista, incansable gestor cultural, Sergio Macías, residente en la capital española. Por esos días, Sergio escribía ensayos, artículos y crónicas sobre la obra de Pablo Neruda, para algunas embajadas de países árabes. En ocasiones le acompañé a entregarlos. Luego, recorríamos la ciudad y él me señalaba los sitios preferidos en donde el hijo de Parral aprendió a querer esa embriagadora urbe que aparece en su poesía, a veces con el desgarramiento de la tragedia, otras, con el lúbrico ritmo de sus calles, plazas y mercados.
-“Neruda convirtió en poesía todo lo que vio en Madrid” –escribe Sergio Macías. Así lo refrenda y amplía en su vibrante libro testimonial, El Madrid de Pablo Neruda, del que éste escribiera:
“Yo vivía en un barrio de Madrid,/ con campanas, con relojes, con árboles./ Mi casa era llamada la casa de las flores, porque por todas partes estallaban geranios: era una bella casa con perros y chiquillos…
“Todo/ era grandes voces, sal de mercaderías/ aglomeraciones de pan palpitante,/ mercados de mi barrio de Argüelles con su estatua como un tintero pálido entre las merluzas…”
El goce dionisiaco de las palabras, la fruición intemporal de los nombres, con su carga evocadora del locus amado, brotaban como un torrente de los labios del poeta.
En estos calurosos días del Santiago del Nuevo Extremo, se ha desatado una ácida disputa por la nueva denominación del aeropuerto de Pudahuel, llamado hasta ahora “Comodoro Arturo Merino Benítez”, en honor de quien fundara la aviación chilena, aunque muy pocos lo nombraban así, porque ha prevalecido la eufónica voz mapuche Pudahuel, cuya toponimia es “lugar o tierra de charcos”, aludiendo a su pasado de llano cenagoso. “Pablo Neruda”, su reciente nombre, resultará sin duda inolvidable y fácil de pronunciar.
Han aparecido numerosos detractores; los habituales “anti nerudianos” de la derecha ramplona e ignara de este país, que lo califican de comunista “aburguesado e inconsecuente”. Para esta caterva de expoliadores y sus borregos “aspiracionales”, resulta inconcebible que nuestro Premio Nobel de Literatura varón disfrutara de la buena mesa, del mejor vino y de otros placeres supuestamente reservados a los dueños del capital y a sus dilectos servidores. Y les parece el colmo que el aeropuerto principal de Chile ostente el ilustre nombre de Pablo, desplazando al de un comandante entorchado.
Esto ya lo preveíamos, pero lo que linda con lo grotesco, es el ataque desmesurado y rabioso de mujeres y grupos de feministas “en estado de guerra” que lanzan toda clase de epítetos y denuestos en contra del vate, acusándole –en palabras de la iracunda diputada Pamela Jiles- de “maltratador de mujeres” y “abandonador de su hija”, a las que se agregan calificaciones como “putero e infiel”; todo ello, resumido en ese adjetivo denigrante cuyo uso inmediato vale para desarmar cualquier posición “políticamente incorrecta”: “machista”.
Es decir, se juzga el comportamiento afectivo de Pablo Neruda, con el apoyo de un puñado de datos biográficos, sin otras consideraciones, como si estas féminas, enrarecidas por el odio de género, que viene siendo más intenso que el de clase, tuvieran la atribución de juzgar y condenar a todo macho más o menos connotado que se les ponga a tiro, con el distorsionado prisma de quien mira y juzga la historia de un siglo atrás con ojos del siglo XXI. ¿Qué quedaría para Chaucer, para Shakespeare o para Cervantes? También tendríamos que borrar sus epónimos.
En su notable libro El Canon Occidental, Harold Bloom consagra la memoria viva de veintiséis autores universales, partiendo por Dante Alighieri. Del mundo literario de Latinoamérica hay dos escritores escogidos: Jorge Luis Borges y Pablo Neruda.
De nuestro vate escribe: “Neruda puede ser considerado el centro canónico de toda la literatura latinoamericana… el más universal de todos los poetas”.
Por supuesto que no es necesario acudir al sagaz crítico estadounidense, para refrendar la valía de Neruda, pero quizá resulte apropiado, en este momento, traerlo a colación en la ruidosa pugna de epónimos nacionales, frente a la mezquindad de las críticas, a las que se han unido corifeos del autoritarismo militar con feministas a ultranza. (También se pueden juntar el aceite y el vinagre; todo depende de la ensalada).
Más allá de esta batalla algo farandulera, existe un singular fenómeno de pervivencia de los nombres, que supera sus adopciones oficiales. Así, casi todos los chilenos decimos “Pudahuel”, cuando nos referimos al aeropuerto construido encima de las otrora ciénagas infestadas de mosquitos. El prestigioso comodoro ha visto hundirse en la ceniza del inconsciente colectivo su largo nombre, que nunca pegó en la denominación forzosa.
Otro caso similar es el de la concurrida arteria José Pedro Alessandri, en la que se ha mantenido el “Macul” quechua, que significa “retoño”, denominación que permanece como raro vestigio vocal de una cultura desaparecida en manos del conquistador y olvidada de mutuo propio por el mestizo europeizante.
Los conquistadores hispanos bautizaron a la isla mayor de Chiloé como “Nueva Galicia”, nombre que duró lo que tarda el humo en un fogonazo. Se mantuvo la denominación huilliche o veliche (hay quienes la atribuyen a la lengua chono), el breve y rotundo Chilhué (lugar de pájaros estridentes).
Tal vez como un sarcasmo del proceso acelerado de aniquilación de las culturas originarias, en el que los chilenos llevamos una buena cuota de responsabilidad, perviven sobre nuestro territorio infinidad de nombres autóctonos, como si los topónimos se negaran a seguir la misma suerte de sus hablantes, incluso en comunas habitadas por la mal llamada “clase alta”, como Vitacura (piedra grande).
Si yo tuviese que elegir, en este caso del aeropuerto, me quedaría con el sustantivo mapudungun “Pudahuel”, aunque las autoridades mandantes se hayan inclinado por Pablo Neruda. En esto coincido con un destacado poeta sureño que rinde tributo en sus creaciones, siempre rebeldes y memoriosas, a los nombres de la cultura Mapuche; me refiero a Clemente Riedemann, autor de Karra Maw’n (karramawén, “el lugar de la lluvia”), poesía etno-cultural, como se la llama, que une vestigios de las etnias que se han cruzado en las regiones de los lagos y los ríos, en fusiones y conflictos que se manifiestan también en el lenguaje.
Hay otros ejemplos en muchos topónimos y tentado estuve de mencionar los de la vieja Galicia atlántica, pero lo dejaré para otra ocasión. Por ahora, concluyo esta crónica con el nombre que seguirá sonando en mi cotidiana memoria y en la de millares de chilenos: Pudahuel.
Edmundo Moure
Noviembre 2018
“Lo que no tiene nombre, no existe”
Era, sin duda, el nombre nuestro más pronunciado por bocas españolas; ni qué decir entre los republicanos, para quienes Neruda seguía siendo un paradigma de la lucha contra el franquismo y el héroe del Winnipeg, el barco de la esperanza previsto para traer a Chile a dos mil trescientos refugiados de la Guerra Civil, en agosto de 1939. Cabe mencionar que en los bares hispanos sonaban también otros nombres, como el de Pinochet, pronunciado indefectiblemente con sorna y picardía retranqueira (cualidad del humor gallego), para zaherir al forastero, asociando su nacionalidad con la del mayor asesino de nuestra violenta historia patria.
En esa breve semana de mayo de 1983 en Madrid, tuve el privilegio de compartir con mi amigo, poeta, ensayista, incansable gestor cultural, Sergio Macías, residente en la capital española. Por esos días, Sergio escribía ensayos, artículos y crónicas sobre la obra de Pablo Neruda, para algunas embajadas de países árabes. En ocasiones le acompañé a entregarlos. Luego, recorríamos la ciudad y él me señalaba los sitios preferidos en donde el hijo de Parral aprendió a querer esa embriagadora urbe que aparece en su poesía, a veces con el desgarramiento de la tragedia, otras, con el lúbrico ritmo de sus calles, plazas y mercados.
-“Neruda convirtió en poesía todo lo que vio en Madrid” –escribe Sergio Macías. Así lo refrenda y amplía en su vibrante libro testimonial, El Madrid de Pablo Neruda, del que éste escribiera:
“Yo vivía en un barrio de Madrid,/ con campanas, con relojes, con árboles./ Mi casa era llamada la casa de las flores, porque por todas partes estallaban geranios: era una bella casa con perros y chiquillos…
“Todo/ era grandes voces, sal de mercaderías/ aglomeraciones de pan palpitante,/ mercados de mi barrio de Argüelles con su estatua como un tintero pálido entre las merluzas…”
El goce dionisiaco de las palabras, la fruición intemporal de los nombres, con su carga evocadora del locus amado, brotaban como un torrente de los labios del poeta.
En estos calurosos días del Santiago del Nuevo Extremo, se ha desatado una ácida disputa por la nueva denominación del aeropuerto de Pudahuel, llamado hasta ahora “Comodoro Arturo Merino Benítez”, en honor de quien fundara la aviación chilena, aunque muy pocos lo nombraban así, porque ha prevalecido la eufónica voz mapuche Pudahuel, cuya toponimia es “lugar o tierra de charcos”, aludiendo a su pasado de llano cenagoso. “Pablo Neruda”, su reciente nombre, resultará sin duda inolvidable y fácil de pronunciar.
Han aparecido numerosos detractores; los habituales “anti nerudianos” de la derecha ramplona e ignara de este país, que lo califican de comunista “aburguesado e inconsecuente”. Para esta caterva de expoliadores y sus borregos “aspiracionales”, resulta inconcebible que nuestro Premio Nobel de Literatura varón disfrutara de la buena mesa, del mejor vino y de otros placeres supuestamente reservados a los dueños del capital y a sus dilectos servidores. Y les parece el colmo que el aeropuerto principal de Chile ostente el ilustre nombre de Pablo, desplazando al de un comandante entorchado.
Esto ya lo preveíamos, pero lo que linda con lo grotesco, es el ataque desmesurado y rabioso de mujeres y grupos de feministas “en estado de guerra” que lanzan toda clase de epítetos y denuestos en contra del vate, acusándole –en palabras de la iracunda diputada Pamela Jiles- de “maltratador de mujeres” y “abandonador de su hija”, a las que se agregan calificaciones como “putero e infiel”; todo ello, resumido en ese adjetivo denigrante cuyo uso inmediato vale para desarmar cualquier posición “políticamente incorrecta”: “machista”.
Es decir, se juzga el comportamiento afectivo de Pablo Neruda, con el apoyo de un puñado de datos biográficos, sin otras consideraciones, como si estas féminas, enrarecidas por el odio de género, que viene siendo más intenso que el de clase, tuvieran la atribución de juzgar y condenar a todo macho más o menos connotado que se les ponga a tiro, con el distorsionado prisma de quien mira y juzga la historia de un siglo atrás con ojos del siglo XXI. ¿Qué quedaría para Chaucer, para Shakespeare o para Cervantes? También tendríamos que borrar sus epónimos.
En su notable libro El Canon Occidental, Harold Bloom consagra la memoria viva de veintiséis autores universales, partiendo por Dante Alighieri. Del mundo literario de Latinoamérica hay dos escritores escogidos: Jorge Luis Borges y Pablo Neruda.
De nuestro vate escribe: “Neruda puede ser considerado el centro canónico de toda la literatura latinoamericana… el más universal de todos los poetas”.
Por supuesto que no es necesario acudir al sagaz crítico estadounidense, para refrendar la valía de Neruda, pero quizá resulte apropiado, en este momento, traerlo a colación en la ruidosa pugna de epónimos nacionales, frente a la mezquindad de las críticas, a las que se han unido corifeos del autoritarismo militar con feministas a ultranza. (También se pueden juntar el aceite y el vinagre; todo depende de la ensalada).
Más allá de esta batalla algo farandulera, existe un singular fenómeno de pervivencia de los nombres, que supera sus adopciones oficiales. Así, casi todos los chilenos decimos “Pudahuel”, cuando nos referimos al aeropuerto construido encima de las otrora ciénagas infestadas de mosquitos. El prestigioso comodoro ha visto hundirse en la ceniza del inconsciente colectivo su largo nombre, que nunca pegó en la denominación forzosa.
Otro caso similar es el de la concurrida arteria José Pedro Alessandri, en la que se ha mantenido el “Macul” quechua, que significa “retoño”, denominación que permanece como raro vestigio vocal de una cultura desaparecida en manos del conquistador y olvidada de mutuo propio por el mestizo europeizante.
Los conquistadores hispanos bautizaron a la isla mayor de Chiloé como “Nueva Galicia”, nombre que duró lo que tarda el humo en un fogonazo. Se mantuvo la denominación huilliche o veliche (hay quienes la atribuyen a la lengua chono), el breve y rotundo Chilhué (lugar de pájaros estridentes).
Tal vez como un sarcasmo del proceso acelerado de aniquilación de las culturas originarias, en el que los chilenos llevamos una buena cuota de responsabilidad, perviven sobre nuestro territorio infinidad de nombres autóctonos, como si los topónimos se negaran a seguir la misma suerte de sus hablantes, incluso en comunas habitadas por la mal llamada “clase alta”, como Vitacura (piedra grande).
Si yo tuviese que elegir, en este caso del aeropuerto, me quedaría con el sustantivo mapudungun “Pudahuel”, aunque las autoridades mandantes se hayan inclinado por Pablo Neruda. En esto coincido con un destacado poeta sureño que rinde tributo en sus creaciones, siempre rebeldes y memoriosas, a los nombres de la cultura Mapuche; me refiero a Clemente Riedemann, autor de Karra Maw’n (karramawén, “el lugar de la lluvia”), poesía etno-cultural, como se la llama, que une vestigios de las etnias que se han cruzado en las regiones de los lagos y los ríos, en fusiones y conflictos que se manifiestan también en el lenguaje.
Hay otros ejemplos en muchos topónimos y tentado estuve de mencionar los de la vieja Galicia atlántica, pero lo dejaré para otra ocasión. Por ahora, concluyo esta crónica con el nombre que seguirá sonando en mi cotidiana memoria y en la de millares de chilenos: Pudahuel.
Edmundo Moure
Noviembre 2018
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El Eternauta entre nosotros
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Colocación de membranas
Finalizaron los trabajos en los techos de la Biblioteca. Este fin de semana se colocaron membranas de impermeabilización en los techos, y la pintura de la medianera.
Los trabajos incluyeron tareas en los techos y terraza de la Biblioteca, con la reparación de humedad e impermeabilización.
Luego se realizó el cambio total de canaletas y desagües de la terraza, para finalizar con la colocación de la membrana aislante y pintura.
Los trabajos incluyeron tareas en los techos y terraza de la Biblioteca, con la reparación de humedad e impermeabilización.
Luego se realizó el cambio total de canaletas y desagües de la terraza, para finalizar con la colocación de la membrana aislante y pintura.
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Centro Cultural y Biblioteca Popular
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