2017
Un repaso a todo lo que ocurrió en el año en la Biblioteca.
Cursos y seminarios
Taller literario, por Carlos Penelas.
Clases de canto / Grupales e individuales, por Inés Maurel
Taller de Danza Clásica para niñas, por Cristina Bartolomé.
Biomecánica Corporal y Elongación, por Cristina Bartolomé.
Historia de la Ciudad de Buenos Aires, por el Lic. Leonel Contreras.
Francés del viajero, por el Prof. Sebastián Barvié
Taller de Italiano, por la Prof. Stella Maris Scuderi.
Taller de Danza Clásica para niñas, por Cristina Bartolomé.
Biomecánica Corporal y Elongación, por Cristina Bartolomé.
Seminario Clínico, dictado por Enrique Acuña: "Las escrituras del goce femenino -Psicoanálisis y Literatura-".
Teatro para adultos, por Lucía Gómez
Teatro para adolescentes, por Lucía Gómez
Tango, por Víctor Chamorro
Taller de Portugués, por la Prof. Gabriela Hidalgo
Taller de Ajedrez, por Martín Litvak
Simultáneas de ajedrez, coordinadas por el Prof. Martín Litvak.
Seminario: 1º Jornada de la Red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas -AAPP- "Inconsciente - Vidas pulsionales". Aquí, el programa del evento, que se realizó a sala llena.
"Identidad y Memoria": Acto de la Comisión de Desaparecidos españoles, a sala llena. Participaron María Consuelo Castaño Blanco y Rosa A.L. Puente, presidente y vice, respectivamente, de la Comisión, D. Javier Sandomingo Núñez, Embajador de España en la Argentina, Carlos Penelas, Rocío Danussi, Laureano López Lois, Alejandra Riva y María Alejandra Varela. Coordinó Guillermo Fuentes Rey. Acá el video del acto.
Presentación del libro El proyecto, de Alejandro Rofman. Acompañaron al autor Fernanda Vallejos y Delfina Rossi. Presentó Atilio Orsi, moderó Oscar Rodríguez.
Visita de Almudena Grandes, declarada Socia Honoraria de la Biblioteca.
Presentación del libro Papeles con mi padre, de Carlos María Romero Sosa. Hablaron el autor, el Diputado Nacional (M.C.) doctor Héctor Polino y el escritor y poeta profesor Carlos Penelas.
Exposición
Dibujos y pinturas de Roberto Pisani.
Socios Honorarios
Almudena Grandes (2/11/17)
Encuentros del Centro de Estudios Poéticos "Aletheia"
“Introducción a las enseñanzas de Gurdjeff. Gurdjieff en Rayuela”, por Diego Zeziola.
"El Sufismo: Espiritualidad Islámica", conferencia por Abdur Rahman Colombo.
Actividades con otras organizaciones
Encuentro en EPA Cine: Emiliano Penelas, programador del Cineclub La Rosa, participó de la charla sobre "Pantallas Emergentes" organizada por el Festival EPA Cine, en La Paternal.
EPA Cine: El Cineclub La Rosa, representado por su programador, Emiliano Penelas, en el 2° Festival de Cine Independiente de El Palomar - EPA Cine, con una proyección de cortos en fílmico con música en vivo. Auditorio UNTREF, Caseros.
Comisión de Desaparecidos españoles: "Identidad y Memoria": Acto a sala llena. Participaron María Consuelo Castaño Blanco y Rosa A.L. Puente, presidente y vice, respectivamente, de la Comisión, D. Javier Sandomingo Núñez, Embajador de España en la Argentina, Carlos Penelas, Rocío Danussi, Laureano López Lois, Alejandra Riva y María Alejandra Varela. Coordinó Guillermo Fuentes Rey. Acá el video del acto.
CONABIP: Visita de Almudena Grandes, declarada Socia Honoraria de la Biblioteca.
Seminario Brasil: "El Español en el Marco de las Relaciones Internacionales".
Goethe-Institut: colaboró en los ciclos del Cineclub La Rosa.
Festival de Mar del Plata: el Cineclub La Rosa colaboró con su proyector 16mm.
Prensa
Almudena Grandes y su visita a la Biblioteca, en La Nación y CONABIP
Diario del viajero: presentación de Carlos M. Romero Sosa.
Diario Crítico: acto por los desaparecidos españoles
Banco de experiencias CONABIP
Talleres en el Diario del Viajero
Cineclub La Rosa: Nota en Radio Untref
Cineclub La Rosa: Kluge en el Diario del Viajero.
Comentarios de libros por Germán Cáceres
Luminoso Boedo, de Mario Bellochio
Iréne, de Pierre Lemaitre *
La literatura de Emil García Cabot, de Bertha Bilbao Richter
Entre mareas, de Emil García Cabot
Domingos de agosto, de Patrick Modiano *
Carta breve para un largo adiós, de Peter Handke *
El vórtice naranja, de Ernestina Mo
Tres cuentos, de Liliana Allami
Amuleto, de Kazu Kibuishi
La vanguardia perdida, de Osvaldo Aguirre
Black-out, de María Moreno
Cuentos elegidos, de Ana María Torres
Malvinas. El sur, el mar, el frío, AA.VV.
Por el camino del cóndor, de Eduardo González
Tres días y una vida, de Pierre Lemaitre
Alex, de Pierre Lemaitre
Evocando viñetas 3, de Germán Cáceres (comentario por Enrique Sureda)
Las sombras de Quirke, de Benjamin Black
Crónica animal, de Fernando Veglia
Robinson, de Muriel Spark *
La humillación, de Philip Roth *
Mi perdición, de Alfred Hayes *
Suites imperiales, de Bret Easton Ellis *
Sumisión, de Michel Houllebecq
Jorge Acha: una eztetyka sudaka, AA.VV. *
Escritos entre mate y mate, AA.VV.
Las cosas de fondo, de Liliana Allami
Hombres buenos, de Arturo Pérez-Reverte *
Wonderland, de Liliana Díaz Mindurry
La puerta clandestina, de Cristina Villanueva
Los besos en el pan, de Almudena Grandes *
* Libros que forman parte del catálogo de la Biblioteca. Siendo socio puede retirarlos para su lectura
Cineclub La Rosa
Ciclos
- Ciclo "Berlín, ayer y hoy"
- Ciclo "Junio: Herzog"
- Ciclo "Alexander Kluge, arqueólogo y visionario"
- Ciclo "Caligari y Mabuse, doctores"
Funciones especiales
- Estrellas, de Konrad Wolf.
- "Chaplin en fílmico"
- Céleste, de Percy Adlon. A 95 años de la muerte de Proust
Invitados
Geraldine Salles Kobilanski, presentó Aguirre, la ira de Dios, de Werner Herzog
Más de
Retrospectiva
Esto pasó en 2016
Esto pasó en 2015
Esto pasó en 2014
Cursos y seminarios
Taller literario, por Carlos Penelas.
Clases de canto / Grupales e individuales, por Inés Maurel
Taller de Danza Clásica para niñas, por Cristina Bartolomé.
Biomecánica Corporal y Elongación, por Cristina Bartolomé.
Historia de la Ciudad de Buenos Aires, por el Lic. Leonel Contreras.
Francés del viajero, por el Prof. Sebastián Barvié
Taller de Italiano, por la Prof. Stella Maris Scuderi.
Taller de Danza Clásica para niñas, por Cristina Bartolomé.
Biomecánica Corporal y Elongación, por Cristina Bartolomé.
Seminario Clínico, dictado por Enrique Acuña: "Las escrituras del goce femenino -Psicoanálisis y Literatura-".
Teatro para adultos, por Lucía Gómez
Teatro para adolescentes, por Lucía Gómez
Tango, por Víctor Chamorro
Taller de Portugués, por la Prof. Gabriela Hidalgo
Taller de Ajedrez, por Martín Litvak
Presentaciones y actos
Jorge Rivas presentó su libro El rumbo junto a Laureano Bielsa y Julieta Costa Díaz. Andrea Recúpero fue moderadora. Simultáneas de ajedrez, coordinadas por el Prof. Martín Litvak.
Seminario: 1º Jornada de la Red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas -AAPP- "Inconsciente - Vidas pulsionales". Aquí, el programa del evento, que se realizó a sala llena.
"Identidad y Memoria": Acto de la Comisión de Desaparecidos españoles, a sala llena. Participaron María Consuelo Castaño Blanco y Rosa A.L. Puente, presidente y vice, respectivamente, de la Comisión, D. Javier Sandomingo Núñez, Embajador de España en la Argentina, Carlos Penelas, Rocío Danussi, Laureano López Lois, Alejandra Riva y María Alejandra Varela. Coordinó Guillermo Fuentes Rey. Acá el video del acto.
Presentación del libro El proyecto, de Alejandro Rofman. Acompañaron al autor Fernanda Vallejos y Delfina Rossi. Presentó Atilio Orsi, moderó Oscar Rodríguez.
Visita de Almudena Grandes, declarada Socia Honoraria de la Biblioteca.
Presentación del libro Papeles con mi padre, de Carlos María Romero Sosa. Hablaron el autor, el Diputado Nacional (M.C.) doctor Héctor Polino y el escritor y poeta profesor Carlos Penelas.
Exposición
Dibujos y pinturas de Roberto Pisani.
Socios Honorarios
Almudena Grandes (2/11/17)
Encuentros del Centro de Estudios Poéticos "Aletheia"
“Introducción a las enseñanzas de Gurdjeff. Gurdjieff en Rayuela”, por Diego Zeziola.
"El Sufismo: Espiritualidad Islámica", conferencia por Abdur Rahman Colombo.
Actividades con otras organizaciones
Encuentro en EPA Cine: Emiliano Penelas, programador del Cineclub La Rosa, participó de la charla sobre "Pantallas Emergentes" organizada por el Festival EPA Cine, en La Paternal.
EPA Cine: El Cineclub La Rosa, representado por su programador, Emiliano Penelas, en el 2° Festival de Cine Independiente de El Palomar - EPA Cine, con una proyección de cortos en fílmico con música en vivo. Auditorio UNTREF, Caseros.
Comisión de Desaparecidos españoles: "Identidad y Memoria": Acto a sala llena. Participaron María Consuelo Castaño Blanco y Rosa A.L. Puente, presidente y vice, respectivamente, de la Comisión, D. Javier Sandomingo Núñez, Embajador de España en la Argentina, Carlos Penelas, Rocío Danussi, Laureano López Lois, Alejandra Riva y María Alejandra Varela. Coordinó Guillermo Fuentes Rey. Acá el video del acto.
CONABIP: Visita de Almudena Grandes, declarada Socia Honoraria de la Biblioteca.
Seminario Brasil: "El Español en el Marco de las Relaciones Internacionales".
Goethe-Institut: colaboró en los ciclos del Cineclub La Rosa.
Festival de Mar del Plata: el Cineclub La Rosa colaboró con su proyector 16mm.
Prensa
Almudena Grandes y su visita a la Biblioteca, en La Nación y CONABIP
Diario del viajero: presentación de Carlos M. Romero Sosa.
Diario Crítico: acto por los desaparecidos españoles
Banco de experiencias CONABIP
Talleres en el Diario del Viajero
Cineclub La Rosa: Nota en Radio Untref
Cineclub La Rosa: Kluge en el Diario del Viajero.
Comentarios de libros por Germán Cáceres
Luminoso Boedo, de Mario Bellochio
Iréne, de Pierre Lemaitre *
La literatura de Emil García Cabot, de Bertha Bilbao Richter
Entre mareas, de Emil García Cabot
Domingos de agosto, de Patrick Modiano *
Carta breve para un largo adiós, de Peter Handke *
El vórtice naranja, de Ernestina Mo
Tres cuentos, de Liliana Allami
Amuleto, de Kazu Kibuishi
La vanguardia perdida, de Osvaldo Aguirre
Black-out, de María Moreno
Cuentos elegidos, de Ana María Torres
Malvinas. El sur, el mar, el frío, AA.VV.
Por el camino del cóndor, de Eduardo González
Tres días y una vida, de Pierre Lemaitre
Alex, de Pierre Lemaitre
Evocando viñetas 3, de Germán Cáceres (comentario por Enrique Sureda)
Las sombras de Quirke, de Benjamin Black
Crónica animal, de Fernando Veglia
Robinson, de Muriel Spark *
La humillación, de Philip Roth *
Mi perdición, de Alfred Hayes *
Suites imperiales, de Bret Easton Ellis *
Sumisión, de Michel Houllebecq
Jorge Acha: una eztetyka sudaka, AA.VV. *
Escritos entre mate y mate, AA.VV.
Las cosas de fondo, de Liliana Allami
Hombres buenos, de Arturo Pérez-Reverte *
Wonderland, de Liliana Díaz Mindurry
La puerta clandestina, de Cristina Villanueva
Los besos en el pan, de Almudena Grandes *
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Cineclub La Rosa
Ciclos
- Ciclo "Berlín, ayer y hoy"
- Ciclo "Junio: Herzog"
- Ciclo "Alexander Kluge, arqueólogo y visionario"
- Ciclo "Caligari y Mabuse, doctores"
Funciones especiales
- Estrellas, de Konrad Wolf.
- "Chaplin en fílmico"
- Céleste, de Percy Adlon. A 95 años de la muerte de Proust
Invitados
Geraldine Salles Kobilanski, presentó Aguirre, la ira de Dios, de Werner Herzog
Más de
Más de 61.000 visitas en www.carlossviamonte.com.ar
Más de 52.000 visitas en www.cineclublarosa.blogspot.com
Más de 52.000 visitas en www.cineclublarosa.blogspot.com
Retrospectiva
Esto pasó en 2016
Esto pasó en 2015
Esto pasó en 2014
CONVERSATION
Todas las críticas de Germán Cáceres
A continuación, el acceso directo a todas las críticas literarias
escritas por Germán Cáceres especialmente para nuestra página web.
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- Luminoso Boedo, de Mario Bellochio
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- Cuentos elegidos, de Ana María Torres
- Malvinas. El sur, el mar, el frío, AA.VV.
- Por el camino del cóndor, de Eduardo González
- Tres días y una vida, de Pierre Lemaitre
- Alex, de Pierre Lemaitre
- Evocando viñetas 3, de Germán Cáceres (comentario por Enrique Sureda)
- Las sombras de Quirke, de Benjamin Black
- Crónica animal, de Fernando Veglia
- Robinson, de Muriel Spark *
- La humillación, de Philip Roth *
- Mi perdición, de Alfred Hayes *
- Suites imperiales, de Bret Easton Ellis *
- Sumisión, de Michel Houllebecq
- Jorge Acha: una eztetyka sudaka, AA.VV. *
- Escritos entre mate y mate, AA.VV.
- Las cosas de fondo, de Liliana Allami
- Hombres buenos, de Arturo Pérez-Reverte *
- Wonderland, de Liliana Díaz Mindurry
- La puerta clandestina, de Cristina Villanueva
- Los besos en el pan, de Almudena Grandes *
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CONVERSATION
Los besos en el pan
de Almudena Grandes
(Tusquets, Buenos Aires, 2017, 336 páginas)
La novela se divide en tres partes: la primera es un pequeño prólogo, la segunda –«Ahora»– es en sí la novela, y la última un breve epílogo.
En esa mínima introducción –«Antes»– comenta: “Después, alguien nos dijo que había que olvidar (…) Que para construir la democracia era imprescindible mirar hacia delante, hacer como que aquí nunca había pasado nada”. Señala así el rumbo que tomará la narración.
Como es habitual en Almudena Grandes, su escritura es contundente y vigorosa, pero a la vez poética y nada solemne. Manipula las palabras con soltura, como si fuera una malabarista del lenguaje. Utiliza constantemente pequeñas elipsis y sobreentendidos.
Los besos en el pan sigue la pauta de su narrativa: está compuesta de familias (con numerosos miembros) que se entrecruzan entre ellas, como si armara un rompecabezas. Es su estética, así como Vargas Llosa emplea “los vasos comunicantes” a los que alude Luis Harss en Los nuestros. Además, sus personajes resultan cercanos, concretos, llenos de humanidad y de virtudes, pero también de defectos, y a la autora se le perdona que a veces se le escape un toque sensiblero o un enfoque explicativo. Almudena Grandes no cesa de imaginar historias, es una narradora nata. Y aunque presenta hechos cotidianos, despliega una cuota de legítimo suspenso.
La falta de trabajo y la crisis económica golpean a España, pero parece encontrar a su población debilitada, sin defensas apropiadas. Un personaje afirma: “Pero nosotros podíamos, nosotros éramos fuertes, estábamos acostumbrados a sufrir, a emigrar, a pelear, y sin embargo, ahora…No te ofendas, pero ahora sois de una pasta más blanda.” No pierde ocasión de señalar la mercantilización de la vida cotidiana de las sociedades contemporáneas. Y despliega un mosaico social completo de Madrid, ciudad que sale bastante malparada: desempleo, bajos sueldos, despidos, femicidios.
En el final –«Después»– la escritora describe la situación a que arribaron todos los personajes, una manera inteligente de concluir el libro y de ayudar al lector a integrar las numerosas historias de vida que se narran.
Almudena Grandes (Madrid, 1960) ha escrito varias novelas: Las edades de Lulú (XI Premio La Sonrisa Vertical), Te llamaré Viernes, Malena es un nombre de tango, Atlas de Geografía humana, Los aires difíciles, Castillos de cartón y El corazón helado. También es autora de los libros de cuentos Modelos de mujer y Estaciones de paso y del de crónicas y relatos Mercado de Barceló. Mereció numerosos premios, entre ellos el de la Fundación Lara, el de Los Libreros de Madrid y el de los de Sevilla, el Rapallo Carige y el Prix Méditerranée. Está escribiendo la serie «Episodios de una Guerra Interminable», a la que pertenecen Inés y la alegría (multipremiada), El lector de Julio Verne y Las tres bodas de Manolita.
Germán Cáceres
En una reciente visita a Buenos Aires, Almudena Grandes fue nombrada Socia Honoraria de la Biblioteca Popular Carlos Sánchez Viamonte.
Este libro forma parte del catálogo de la Biblioteca. Siendo socio puede retirarlo para su lectura.
(Tusquets, Buenos Aires, 2017, 336 páginas)
La novela se divide en tres partes: la primera es un pequeño prólogo, la segunda –«Ahora»– es en sí la novela, y la última un breve epílogo.
En esa mínima introducción –«Antes»– comenta: “Después, alguien nos dijo que había que olvidar (…) Que para construir la democracia era imprescindible mirar hacia delante, hacer como que aquí nunca había pasado nada”. Señala así el rumbo que tomará la narración.
Como es habitual en Almudena Grandes, su escritura es contundente y vigorosa, pero a la vez poética y nada solemne. Manipula las palabras con soltura, como si fuera una malabarista del lenguaje. Utiliza constantemente pequeñas elipsis y sobreentendidos.
Los besos en el pan sigue la pauta de su narrativa: está compuesta de familias (con numerosos miembros) que se entrecruzan entre ellas, como si armara un rompecabezas. Es su estética, así como Vargas Llosa emplea “los vasos comunicantes” a los que alude Luis Harss en Los nuestros. Además, sus personajes resultan cercanos, concretos, llenos de humanidad y de virtudes, pero también de defectos, y a la autora se le perdona que a veces se le escape un toque sensiblero o un enfoque explicativo. Almudena Grandes no cesa de imaginar historias, es una narradora nata. Y aunque presenta hechos cotidianos, despliega una cuota de legítimo suspenso.
La falta de trabajo y la crisis económica golpean a España, pero parece encontrar a su población debilitada, sin defensas apropiadas. Un personaje afirma: “Pero nosotros podíamos, nosotros éramos fuertes, estábamos acostumbrados a sufrir, a emigrar, a pelear, y sin embargo, ahora…No te ofendas, pero ahora sois de una pasta más blanda.” No pierde ocasión de señalar la mercantilización de la vida cotidiana de las sociedades contemporáneas. Y despliega un mosaico social completo de Madrid, ciudad que sale bastante malparada: desempleo, bajos sueldos, despidos, femicidios.
En el final –«Después»– la escritora describe la situación a que arribaron todos los personajes, una manera inteligente de concluir el libro y de ayudar al lector a integrar las numerosas historias de vida que se narran.
Almudena Grandes (Madrid, 1960) ha escrito varias novelas: Las edades de Lulú (XI Premio La Sonrisa Vertical), Te llamaré Viernes, Malena es un nombre de tango, Atlas de Geografía humana, Los aires difíciles, Castillos de cartón y El corazón helado. También es autora de los libros de cuentos Modelos de mujer y Estaciones de paso y del de crónicas y relatos Mercado de Barceló. Mereció numerosos premios, entre ellos el de la Fundación Lara, el de Los Libreros de Madrid y el de los de Sevilla, el Rapallo Carige y el Prix Méditerranée. Está escribiendo la serie «Episodios de una Guerra Interminable», a la que pertenecen Inés y la alegría (multipremiada), El lector de Julio Verne y Las tres bodas de Manolita.
Germán Cáceres
En una reciente visita a Buenos Aires, Almudena Grandes fue nombrada Socia Honoraria de la Biblioteca Popular Carlos Sánchez Viamonte.
Este libro forma parte del catálogo de la Biblioteca. Siendo socio puede retirarlo para su lectura.
CONVERSATION
La puerta clandestina
de Cristina Villanueva
(Instituto Lucchelli Bonadeo, Buenos Aires, 2017, 84 páginas)
Al principio del libro hay una frase de Edgar Bayley: “La poesía existe para que la muerte no tenga la última palabra”. Citas de otros escritores recorren sus páginas con reflexiones sobre el hecho poético. Asimismo, la autora, en una suerte de introducción titulada «Viaje textual», afirma que “En ese sentido la literatura toda es erótica. Aunque se escriba desde el dolor, desde el horror, sobre la muerte”.
En su poemario (que en ciertos casos asume la prosa poética) Cristina Villanueva defiende los valores humanos frente a las sociedades mercantilizadas que caracterizan nuestro tiempo.
Si bien en La puerta clandestina están presentes el deseo y el ansia de vivir, el tema del final de nuestro paso por el mundo se nombra constantemente, como si el propósito de la poesía fuera anular ese desenlace inevitable.
La poeta busca la epifanía, el hallazgo de un suceso mínimo, cotidiano, que ella siente pletórico a través de metáforas, símiles e imágenes: “Una casa/ donde rozarse desnuda con la vida”; “Buscar sabores, algún roce sedoso, poco, de a poco, sentir la tarde dejándose crear”; “Me abrigo en el arte efímero de los pequeños momentos. Entre el infinito y el instante fluye la vida”.
Como ella advierte en la nombrada introducción, su mirada hacia los objetos es sensual, hasta erótica: “Se sumerge en los ruidos del follaje, le da miedo perderse y no poder salir del mar impenetrable y lujurioso”. Menciona continuamente los perfumes, las flores, el viento, las estrellas.
Muy conmovedora y lograda «Una mañana con Cristina», dedicada a Ingmar Bergman, que puede interpretarse como una evocación de las tantas colas que hizo en el cine Lorraine para asistir a un ciclo del director sueco.
La «Receta para disfrutar de la llovizna» y «Tapiz de otoño», tal vez puedan entenderse como reflexiones sobre su poesía: “Para sentir el placer de la llovizna se necesitan una ventana, un libro, el silencio y la memoria bien vivida de muchos días de sol”; “Guarda en su mirada el tapiz enhebrado de flores caídas, una fiesta de palabras y el dorado ruido del último sol alborotando el pecho”.
Como afirma Héctor Freire en sus excelentes «Palabras preliminares»: “…La puerta clandestina de Cristina Villanueva es el lugar de tránsito, paso o unión de mundos diferentes, estados o estaciones ante la vida que celebra”.
La autora nació en Buenos Aires y se graduó de Licenciada en Psicología. Es cuentista, poeta y narradora oral, y por esta última actividad participó en festivales internacionales en Montevideo, Elche, Barcelona, Santiago de Cuba, La Habana, Medellín, Santa Marta, Barranquilla y Valledupar. Ha publicado los siguientes libros de poesía: Lengua suelta (2007, traducido al catalán), Relaciones Textuales (2009), Festín efímero (2014) y Por aquel pedacito de cielo (2015).
Germán Cáceres
(Instituto Lucchelli Bonadeo, Buenos Aires, 2017, 84 páginas)
Al principio del libro hay una frase de Edgar Bayley: “La poesía existe para que la muerte no tenga la última palabra”. Citas de otros escritores recorren sus páginas con reflexiones sobre el hecho poético. Asimismo, la autora, en una suerte de introducción titulada «Viaje textual», afirma que “En ese sentido la literatura toda es erótica. Aunque se escriba desde el dolor, desde el horror, sobre la muerte”.
En su poemario (que en ciertos casos asume la prosa poética) Cristina Villanueva defiende los valores humanos frente a las sociedades mercantilizadas que caracterizan nuestro tiempo.
Si bien en La puerta clandestina están presentes el deseo y el ansia de vivir, el tema del final de nuestro paso por el mundo se nombra constantemente, como si el propósito de la poesía fuera anular ese desenlace inevitable.
La poeta busca la epifanía, el hallazgo de un suceso mínimo, cotidiano, que ella siente pletórico a través de metáforas, símiles e imágenes: “Una casa/ donde rozarse desnuda con la vida”; “Buscar sabores, algún roce sedoso, poco, de a poco, sentir la tarde dejándose crear”; “Me abrigo en el arte efímero de los pequeños momentos. Entre el infinito y el instante fluye la vida”.
Como ella advierte en la nombrada introducción, su mirada hacia los objetos es sensual, hasta erótica: “Se sumerge en los ruidos del follaje, le da miedo perderse y no poder salir del mar impenetrable y lujurioso”. Menciona continuamente los perfumes, las flores, el viento, las estrellas.
Muy conmovedora y lograda «Una mañana con Cristina», dedicada a Ingmar Bergman, que puede interpretarse como una evocación de las tantas colas que hizo en el cine Lorraine para asistir a un ciclo del director sueco.
La «Receta para disfrutar de la llovizna» y «Tapiz de otoño», tal vez puedan entenderse como reflexiones sobre su poesía: “Para sentir el placer de la llovizna se necesitan una ventana, un libro, el silencio y la memoria bien vivida de muchos días de sol”; “Guarda en su mirada el tapiz enhebrado de flores caídas, una fiesta de palabras y el dorado ruido del último sol alborotando el pecho”.
Como afirma Héctor Freire en sus excelentes «Palabras preliminares»: “…La puerta clandestina de Cristina Villanueva es el lugar de tránsito, paso o unión de mundos diferentes, estados o estaciones ante la vida que celebra”.
La autora nació en Buenos Aires y se graduó de Licenciada en Psicología. Es cuentista, poeta y narradora oral, y por esta última actividad participó en festivales internacionales en Montevideo, Elche, Barcelona, Santiago de Cuba, La Habana, Medellín, Santa Marta, Barranquilla y Valledupar. Ha publicado los siguientes libros de poesía: Lengua suelta (2007, traducido al catalán), Relaciones Textuales (2009), Festín efímero (2014) y Por aquel pedacito de cielo (2015).
Germán Cáceres
CONVERSATION
Finalizó el taller de francés
El seminario "Francés del viajero", dictoado por Sebastián Barvié en nuestra Biblioteca, finalizó esta semana.
CONVERSATION
“Debemos mantener la mente abierta”
Kazuo Ishiguro pronunció su discurso de aceptación del Premio Nobel. El escritor británico llamó a encontrar convivencias en la diversidad, y apuntó a liberarse de “las zonas de confort de la elitistas culturas del primer mundo”. Dedicó un contundente pasaje al Brexit inglés.
“Todos los premios son metáforas y éste simboliza el esfuerzo colectivo para mejorar nuestra civilización.”
Pocos escritores hunden el cuchillo en las viejas heridas de la humanidad. El británico Kazuo Ishiguro –a quien se le concedió el Premio Nobel de Literatura porque “ha puesto al descubierto el abismo que hay detrás de nuestro ilusorio sentido de conexión con el mundo”– lanzó ayer un llamamiento durante su discurso de aceptación del premio y la posterior conferencia de prensa que se realizó en Estocolmo, en la sede de la Academia Sueca. “Es difícil arreglar el mundo, pero pensemos al menos en cómo podemos mejorar nuestro pequeño rincón, el rincón de la literatura, donde escribimos, leemos, recomendamos, criticamos y damos premios a los libros. Si pretendemos tener un papel relevante en este futuro incierto, si pretendemos obtener lo mejor de los escritores de hoy y del mañana creo que debemos ampliar nuestra diversidad”, dijo el autor de Lo que queda del día y propuso “ampliar nuestro mundo literario para incorporar muchas más voces procedentes de más allá de las zonas de confort de la elitistas culturas del primer mundo”.
El escritor británico, que está convencido de que “los pequeños mundos que habitamos se relacionan con el gran mundo político”, advirtió que hay que poner mucho cuidado en “no resultar en exceso estrechos o conservadores en nuestra definición de lo que es la buena literatura”. “La próxima generación llegará con todo tipo de nuevos y en ocasiones desconcertantes modos de contar historias importantes y maravillosas. Debemos mantener la mente abierta ante ellos, en especial en lo que respecta al género y la forma, para poder apoyar y aplaudir a los mejores de ellos. En unos tiempos de divisiones peligrosamente crecientes, debemos escuchar. La buena escritura y la buena lectura derribarán barreras”, auguró el Premio Nobel de Literatura. “Debemos incluso encontrar una nueva idea, una gran visión humanista, alrededor de la que congregarnos y que nos una”.
Tenía cinco años cuando llegó a Inglaterra, con sus padres y su hermana, en abril de 1960, a la ciudad de Guildford, Surrey. “The Beatles, la revolución sexual, las protestas estudiantiles, el ‘multiculturalismo’ estaban a la vuelta de la esquina, pero resulta difícil de creer que la Inglaterra con la que se encontró mi familia siquiera lo sospechase. Encontrarse con un extranjero procedente de Francia o Italia ya era algo remarcable, no digamos a un japonés”, recordó el autor de Nunca me abandones durante el discurso de aceptación en el que repasó su itinerario vital y literario. Un año antes, en su Nagasaki natal escuchó por primera vez, en boca de su madre, la expresión “Premio Nobel”. “Crecí con la idea de que el Premio Nobel no sólo era un gran galardón, sino un símbolo que ejemplifica que tenemos que intentar y sobresalir como seres humanos, independientemente de nuestro país”, subrayó el escritor ante la prensa reunida en la Academia Sueca. “Todos los premios son metáforas y para mí éste simboliza el esfuerzo colectivo para mejorar nuestra civilización”, agregó el autor de Pálida luz en las colinas (1982) y Un artista del mundo flotante (1986), entre otros títulos.
El mundo cambia, pero no a favor de esa esa “gran visión humanista” que propone el escritor británico. A Ishiguro no le gusta que el Reino Unido se haya convertido en un país “mucho más racista”. “Tengo un gran respeto por la generación que recibió a mi familia no mucho después de la Segunda Guerra Mundial. Siento fascinación por esa generación tan generosa que creó un estado de bienestar, y que ya parece no existir”, aseguró el escritor. En cuanto a la victoria del Brexit el Premio Nobel de Literatura la definió como “una tragedia”, “un gran error” y afirmó que los británicos deberían tener una segunda oportunidad, porque se “ocultaron” las consecuencias reales de la salida del Reino Unido de la Unión Europea. “El año 2016, marcado por sorprendentes y deprimentes acontecimientos políticos en Europa y en Estados Unidos, y de nauseabundos actos de terrorismo por todo el planeta, me obligó a admitir que el imparable avance de los valores liberales que había dado por garantizado desde mi infancia podría haber sido una mera ilusión”, reconoció el autor El gigante enterrado (2015), su última novela publicada por Anagrama. Después de la “autocomplacencia y las oportunidades perdidas” en la época que surgió tras la caída del muro de Berlín, se ha llegado a un presente “en el que proliferan ideologías de ultraderecha y nacionalismos tribales” y en el que “el racismo, en sus formas tradicionales y en sus versiones modernizadas y maquilladas, vuelve a ir en aumento, revolviéndose bajo nuestras civilizadas calles como un monstruo que despierta”.
Hay destellos “silenciosos e íntimos” en la carrera de un escritor.
“En ocasiones, lo que nos revelan puede ir a contracorriente del sentido común predominante. Pero cuando aparecen, es importante ser capaz de reconocerlos. Porque de otro modo se nos escaparán de entre las manos”, admitió Ishiguro. “He estado enfatizando lo minúsculo y lo privado, porque en esencia es de esto de lo que trata mi trabajo. Una persona que escribe en una habitación silenciosa e intenta conectar con otra persona que lee en otra habitación silenciosa. Las ficciones pueden entretener, en ocasiones enseñar o polemizar sobre algún tema. Pero para mí lo esencial es que transmiten sentimientos, que apelan a lo que compartimos como seres humanos por encima de fronteras y separaciones”.
Silvina Friera
Página 12, 8 de diciembre de 2017
“Todos los premios son metáforas y éste simboliza el esfuerzo colectivo para mejorar nuestra civilización.”
Pocos escritores hunden el cuchillo en las viejas heridas de la humanidad. El británico Kazuo Ishiguro –a quien se le concedió el Premio Nobel de Literatura porque “ha puesto al descubierto el abismo que hay detrás de nuestro ilusorio sentido de conexión con el mundo”– lanzó ayer un llamamiento durante su discurso de aceptación del premio y la posterior conferencia de prensa que se realizó en Estocolmo, en la sede de la Academia Sueca. “Es difícil arreglar el mundo, pero pensemos al menos en cómo podemos mejorar nuestro pequeño rincón, el rincón de la literatura, donde escribimos, leemos, recomendamos, criticamos y damos premios a los libros. Si pretendemos tener un papel relevante en este futuro incierto, si pretendemos obtener lo mejor de los escritores de hoy y del mañana creo que debemos ampliar nuestra diversidad”, dijo el autor de Lo que queda del día y propuso “ampliar nuestro mundo literario para incorporar muchas más voces procedentes de más allá de las zonas de confort de la elitistas culturas del primer mundo”.
El escritor británico, que está convencido de que “los pequeños mundos que habitamos se relacionan con el gran mundo político”, advirtió que hay que poner mucho cuidado en “no resultar en exceso estrechos o conservadores en nuestra definición de lo que es la buena literatura”. “La próxima generación llegará con todo tipo de nuevos y en ocasiones desconcertantes modos de contar historias importantes y maravillosas. Debemos mantener la mente abierta ante ellos, en especial en lo que respecta al género y la forma, para poder apoyar y aplaudir a los mejores de ellos. En unos tiempos de divisiones peligrosamente crecientes, debemos escuchar. La buena escritura y la buena lectura derribarán barreras”, auguró el Premio Nobel de Literatura. “Debemos incluso encontrar una nueva idea, una gran visión humanista, alrededor de la que congregarnos y que nos una”.
Tenía cinco años cuando llegó a Inglaterra, con sus padres y su hermana, en abril de 1960, a la ciudad de Guildford, Surrey. “The Beatles, la revolución sexual, las protestas estudiantiles, el ‘multiculturalismo’ estaban a la vuelta de la esquina, pero resulta difícil de creer que la Inglaterra con la que se encontró mi familia siquiera lo sospechase. Encontrarse con un extranjero procedente de Francia o Italia ya era algo remarcable, no digamos a un japonés”, recordó el autor de Nunca me abandones durante el discurso de aceptación en el que repasó su itinerario vital y literario. Un año antes, en su Nagasaki natal escuchó por primera vez, en boca de su madre, la expresión “Premio Nobel”. “Crecí con la idea de que el Premio Nobel no sólo era un gran galardón, sino un símbolo que ejemplifica que tenemos que intentar y sobresalir como seres humanos, independientemente de nuestro país”, subrayó el escritor ante la prensa reunida en la Academia Sueca. “Todos los premios son metáforas y para mí éste simboliza el esfuerzo colectivo para mejorar nuestra civilización”, agregó el autor de Pálida luz en las colinas (1982) y Un artista del mundo flotante (1986), entre otros títulos.
El mundo cambia, pero no a favor de esa esa “gran visión humanista” que propone el escritor británico. A Ishiguro no le gusta que el Reino Unido se haya convertido en un país “mucho más racista”. “Tengo un gran respeto por la generación que recibió a mi familia no mucho después de la Segunda Guerra Mundial. Siento fascinación por esa generación tan generosa que creó un estado de bienestar, y que ya parece no existir”, aseguró el escritor. En cuanto a la victoria del Brexit el Premio Nobel de Literatura la definió como “una tragedia”, “un gran error” y afirmó que los británicos deberían tener una segunda oportunidad, porque se “ocultaron” las consecuencias reales de la salida del Reino Unido de la Unión Europea. “El año 2016, marcado por sorprendentes y deprimentes acontecimientos políticos en Europa y en Estados Unidos, y de nauseabundos actos de terrorismo por todo el planeta, me obligó a admitir que el imparable avance de los valores liberales que había dado por garantizado desde mi infancia podría haber sido una mera ilusión”, reconoció el autor El gigante enterrado (2015), su última novela publicada por Anagrama. Después de la “autocomplacencia y las oportunidades perdidas” en la época que surgió tras la caída del muro de Berlín, se ha llegado a un presente “en el que proliferan ideologías de ultraderecha y nacionalismos tribales” y en el que “el racismo, en sus formas tradicionales y en sus versiones modernizadas y maquilladas, vuelve a ir en aumento, revolviéndose bajo nuestras civilizadas calles como un monstruo que despierta”.
Hay destellos “silenciosos e íntimos” en la carrera de un escritor.
“En ocasiones, lo que nos revelan puede ir a contracorriente del sentido común predominante. Pero cuando aparecen, es importante ser capaz de reconocerlos. Porque de otro modo se nos escaparán de entre las manos”, admitió Ishiguro. “He estado enfatizando lo minúsculo y lo privado, porque en esencia es de esto de lo que trata mi trabajo. Una persona que escribe en una habitación silenciosa e intenta conectar con otra persona que lee en otra habitación silenciosa. Las ficciones pueden entretener, en ocasiones enseñar o polemizar sobre algún tema. Pero para mí lo esencial es que transmiten sentimientos, que apelan a lo que compartimos como seres humanos por encima de fronteras y separaciones”.
Silvina Friera
Página 12, 8 de diciembre de 2017
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Wonderland
de Liliana Díaz Mindurry
(Ediciones del Dock, Bs. As., 2017)
El libro comienza con un lúcido y agudo prólogo de Jorge García Sabal.
Consta de dos partes: una compuesta por «Tres poemas antifilosóficos” y otra titulada «Alicia».
En la primera sección una versificación original, como de apuntes hilvanados al azar, tejen un universo marcado por un clima pesimista cercano al nihilismo.
Según estos tres poemas nuestro mundo no sería nada más que un caos sin sentido.
«Alicia» sigue la misma línea describiendo un cosmos sin certezas, en el cual todo se ignora. El personaje se muestra como un ama de casa alcohólica: ella bebe, “la eternidad es esa.”
Hay en sus versos una disposición tipográfica muy personal que puede entenderse como un recurso visual sobre la página en blanco.
La poesía de Díaz Mindurry participa de lo surreal, del juego de conceptos, de disparador de contradicciones y de la admisión del absurdo. Wonderland también se asume como un bramido desesperado.
Demuestra imaginación al recrear escenas de Alicia en el país de las maravillas, transformándolas en ámbitos esperpénticos, más lunáticos que los presentados en esa novela colmada de fantasía.
La autora, nacida en Buenos Aires, tiene veintitrés libros publicados y recibió numerosos premios. Así, entre otros, el Primer Premio Municipal de Buenos Aires (bienio 90-91); el Primer Premio Municipal de Córdoba; el Primer Premio Fondo Nacional de las Artes 1993; y por su novela Pequeña música nocturna, el Premio Planeta 1998. Su obra fue traducida al alemán, inglés y francés.
Germán Cáceres
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Finalizó el Taller Literario
Con un brindis, finalizó el Taller Literario 2017, dictado por Carlos
Penelas en nuestra Biblioteca ¡Los esperamos el próximo año!
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