de Fernando Veglia
(Ruiz de Aloza Editores, Granada, 2017, 124 páginas)
El libro consta de veintisiete cuentos divididos en tres partes. Se los puede apreciar como fábulas porque intervienen animales antropomorfizados que dialogan igual que los seres humanos, a quienes desprecian:” ¡Prefiero morir de hambre a deshonrarme cazando hombres!”, exclama un viejo tigre en la Primera Parte («Presa fácil»). Predomina en ésta un clima opresivo y de extrañamiento, en donde también actúa el hombre, siempre amenazador.
La prosa del autor es directa, sin ornatos, pero segura en su descripción de un mundo inhóspito y cruel, en el cual parecería que matar sería el objetivo principal de hombres y animales. También muestra su capacidad literaria desplegando imágenes de extraordinaria hermosura: “El sol descendía cansino, sabedor de una eternidad efímera. Incendiaba el horizonte de pinceladas rojas y anaranjadas, ocultando el calor diurno a la vista de las primeras estrellas” («Paparazzi»).
En la Segunda Parte continúa la crítica al hombre (“el depredador más ambicioso del orbe”, se afirma en «Conquistadores»), pero ya en su actitud de lucrar, por ejemplo, con el ganado bovino («41») o con los tiburones («Cuestión de mercado»). Además, se alega que si no se comprende a sí mismo ni a sus semejantes, menos entenderá a los animales.
El último cuento («Risa animal») termina burlándose de los seres humanos: en él una tortuga afirma: “Ellos, los dueños de todo y amos de todo, son bastante idiotas (…) nos pedirán ayuda. Están más que chiflados…”.
En la Tercera Parte los animales matan a los hombres que van a cazarlos o a estudiarlos científicamente («Génesis marino»/«Rebelde polar»).
Por último, el tan temido y citado Apocalipsis cae sobre el planeta Tierra. En «Hasta la extinción» se comenta: “El potrillo (…) comprendió que el bípedo era llamado hombre, que había reinado sanguinariamente sobre todos los animales y que era necesario extinguirlo, perseguirlo hasta el final”.
Como manifiesta la escritora Marita Rodríguez-Cazaux en su valioso Prólogo: “Ambientada en diferentes partes del planeta y en geografía de prehistoria o imaginario futuro, Crónica animal suma notables parlamentos entre humanos y animales y acredita ingenio para mostrar aquello que ocurre sin que muchos lo perciban, es decir, valioso testimonio que horada lo humanístico”.
Fernando Veglia (Buenos Aires, 1/3/1979) publicó el libro de relatos Líneas (2005) y la novela negra Guach@s (2017). Participó en antologías de Ediciones Irreverentes y de Editorial Dunken. Prologó Tengo un amante. 15 relatos reveladores, de Estefanía Farías Martínez, y Tomando café frente al obelisco, de Alberto Ernesto Feldman. Fue director del Periódico Irreverentes (www.periodicoirreverentes.org) desde 2013 hasta mediados de 2016. Con «Culatero» resultó ganador del concurso de relatos policíacos de la Semana Negra de Gijón 2015.
Germán Cáceres
CONVERSATION