de Laura Silva
(Editorial Nazhira, Buenos Aires, 2016, 80 páginas)
La introducción es didáctica y amena; su prosa resulta límpida, fluida y precisa.
“La niñez en la época de Shakespeare” se muestra brillante por su lucidez, no exenta de encanto. Es como si Laura Silva estuviera manteniendo una charla con unos chicos en una plaza, es decir en un lugar al aire libre y de esparcimiento. Esta introducción, así como la versiones de tres de sus obras, pueden disfrutarlas también los adultos, aunque hayan visto representadas las creaciones de Shakespeare (aquí citado como Willy).
La estética del libro se resume en los siguientes conceptos: “…cuando tuve que pensar en cómo adaptar estas obras, se me ocurrió que iba a ser interesante contarlas como un cuento, pero agregando algunos de esos diálogos”.
Otro jugoso aporte es “Shakespeare, su obra y el mundo”, en donde se señala qué sucedía en Europa y en América mientras el genial dramaturgo escribía sus textos.
La autora, sin proponérselo, y con la única intención de acercar el teatro a los chicos, tal vez inició un nuevo género, el cuento teatral, rico en ritmo narrativo. Así, son logradas las versiones de Romeo y Julieta –tan desoladora como el original –, de El sueño de una noche de verano –que luce alegre y celebratoria – y de Pericles, príncipe de Tiro, una historia de amor y de aventuras de gran vuelo poético, que tiene una segunda parte en La triste y maravillosa travesía de Marina, la hija de Pericles.
Muy cuidada la edición, que exhibe copias de escritos y dibujos de la época y la foto de la casa natal de Shakespeare.
Germán Cáceres
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