Nuestra historia
A continuación, el texto que leyó Carolina Orsi, en nombre de la Comisión Directiva, en el Día de las Bibliotecas Populares celebrado junto a la CONABIP en nuestra casa.
En nombre del Centro Cultural y Biblioteca Popular Carlos Sánchez Viamonte es un honor recibirlos y celebrar en nuestra casa el día de las bibliotecas populares.
Saludamos la creación de la CONABIP por el insigne Domingo F. Sarmiento, que visión órdenes como tantas otras cosas que en las bibliotecas se encontraba una fuente de conocimiento, saber y divulgación, y que era imprescindible no sólo apoyarlas y fomentarlas, sino también generar las condiciones para que se desarrollen en todo el país.
Nuestra Biblioteca es a la vez un ejemplo de otro tiempo y creemos demostrar que representamos el futuro. Surgió de la iniciativa socialista, cuando a principios de siglo XX socialistas, anarquistas y asociaciones de inmigrantes consideraban a las bibliotecas como espacios de reunión, congregación y formación de los pueblos en los que se instalaban. Esta casa constituye un testimonio de la cultura obrera porteña en el siglo XX, construida, ladrillo a ladrillo, por modestos trabajadores entre fines de la década del '20 y comienzos del '30.
Este solar fue sede de los Recreos Infantiles, iniciativa de Fenia Chertkoff de Repetto y María C. de Espada, fundados en 1931 como asociación "Bibliotecas y Recreos Infantiles". Constituye una de las primeras experiencias de guarderías para los hijos de las madres trabajadoras, asistidos por pedagogas y profesionales ligadas al movimiento obrero de la época. En sus principios la Institución estableció la necesidad de "sustraer a los niños de los barrios populosos de la capital, de la calle y de sus peligros físicos y morales, ofreciéndoles, en cambio bajo la dirección de una persona competente, láminas, juguetes, juegos racionales, y ejercicios físicos, cantos, paseos de estudios y labores manuales".
Luego pasó a llamarse "Cecilia Grierson", la primera médica argentina, y los niños, bajo la dirección de sus maestras, dieron vida a la revista infantil Yunque, editada a mimeógrafo. Esta Biblioteca infantil, única en aquella época en Buenos Aires, fue saqueada durante la dictadura militar de Juan Carlos Onganía.
En este histórico edificio también funcionó durante la Segunda Guerra Mundial el movimiento antifascista "Acción Argentina" y su órgano de prensa "Argentina Libre", que reunió a dirigentes sindicales, intelectuales, políticos, artistas democráticos que enfrentaron a fines de los años 30' y principios de los 40' a los regímenes totalitarios.
En 1941, el edificio fue sede de la Unión Feminista Argentina, y su presidenta, la doctora Alicia Moreau de Justo, habló en el acto de las mujeres socialistas en repudio del racismo y del antisemitismo, del cual participaron trescientas mujeres que firmaron un manifiesto contra el nazifascismo.
En la histórica casona se fundó el sindicato de lavanderas que dirigió Marcelina Rodríguez cuando todavía el Barrio Norte no se había extendido a la zona y estaba habitado por madereros, talabarteros, cocheros, carreros y otras expresiones obreras y gremiales de la época.
Por aquí pasaron, además, el diputado nacional Silvio L. Ruggieri, la doctora Alicia Moreau de Justo y el cooperativista Máximo Migliorini, entre otros, entre los que se cuentan por supuesto Carlos Sánchez Viamonte, y más cerca en el tiempo Norberto La Porta, quien tras un lapso en que la biblioteca cayó en un triste momento que casi la lleva a su desaparición, trabajó a la par para entrar en la órbita de la CONABIP y así mostrar lo que hoy pueden ver por sí mismos, una casa creciente, pujante y llena de actividades como talleres literario, de italiano, cine, fotografía, yoga, danza, historia, psicoanálisis, entre otros, además del Cineclub La Rosa que ya tiene diez años y más de 200 funciones. Todo eso nos llevó al reconocimiento de la Legislatura porteña como “Sitio de Interés Cultural de la Ciudad de Buenos Aires”.
El apoyo de la CONABIP, junto con el de la Dirección General del Libro de la Ciudad de Buenos Aires, han sido decisivos para el resurgir de nuestra Biblioteca, y por eso decíamos que nos consideramos un ejemplo de la importancia de estas instituciones, así como del futuro de las bibliotecas populares, que hoy vuelven a ser nuevamente centros de formación y desarrollo, faros culturales en los pueblos y los barrios. Y hoy las bibliotecas brindan además servicios del siglo XXI como Internet, acceso al catálogo digital, información en redes sociales y en nuestro caso también biblioteca virtual. Además, si todo se da como lo planeamos, próximamente también tendremos una radio on line.
Por eso saludamos nuevamente a la CONABIP y sus autoridades, agradeciendo la confianza en esta Biblioteca y celebrando el día de las bibliotecas populares, cada vez más vitales.
En nombre del Centro Cultural y Biblioteca Popular Carlos Sánchez Viamonte es un honor recibirlos y celebrar en nuestra casa el día de las bibliotecas populares.
Saludamos la creación de la CONABIP por el insigne Domingo F. Sarmiento, que visión órdenes como tantas otras cosas que en las bibliotecas se encontraba una fuente de conocimiento, saber y divulgación, y que era imprescindible no sólo apoyarlas y fomentarlas, sino también generar las condiciones para que se desarrollen en todo el país.
Nuestra Biblioteca es a la vez un ejemplo de otro tiempo y creemos demostrar que representamos el futuro. Surgió de la iniciativa socialista, cuando a principios de siglo XX socialistas, anarquistas y asociaciones de inmigrantes consideraban a las bibliotecas como espacios de reunión, congregación y formación de los pueblos en los que se instalaban. Esta casa constituye un testimonio de la cultura obrera porteña en el siglo XX, construida, ladrillo a ladrillo, por modestos trabajadores entre fines de la década del '20 y comienzos del '30.
Este solar fue sede de los Recreos Infantiles, iniciativa de Fenia Chertkoff de Repetto y María C. de Espada, fundados en 1931 como asociación "Bibliotecas y Recreos Infantiles". Constituye una de las primeras experiencias de guarderías para los hijos de las madres trabajadoras, asistidos por pedagogas y profesionales ligadas al movimiento obrero de la época. En sus principios la Institución estableció la necesidad de "sustraer a los niños de los barrios populosos de la capital, de la calle y de sus peligros físicos y morales, ofreciéndoles, en cambio bajo la dirección de una persona competente, láminas, juguetes, juegos racionales, y ejercicios físicos, cantos, paseos de estudios y labores manuales".
Luego pasó a llamarse "Cecilia Grierson", la primera médica argentina, y los niños, bajo la dirección de sus maestras, dieron vida a la revista infantil Yunque, editada a mimeógrafo. Esta Biblioteca infantil, única en aquella época en Buenos Aires, fue saqueada durante la dictadura militar de Juan Carlos Onganía.
En este histórico edificio también funcionó durante la Segunda Guerra Mundial el movimiento antifascista "Acción Argentina" y su órgano de prensa "Argentina Libre", que reunió a dirigentes sindicales, intelectuales, políticos, artistas democráticos que enfrentaron a fines de los años 30' y principios de los 40' a los regímenes totalitarios.
En 1941, el edificio fue sede de la Unión Feminista Argentina, y su presidenta, la doctora Alicia Moreau de Justo, habló en el acto de las mujeres socialistas en repudio del racismo y del antisemitismo, del cual participaron trescientas mujeres que firmaron un manifiesto contra el nazifascismo.
En la histórica casona se fundó el sindicato de lavanderas que dirigió Marcelina Rodríguez cuando todavía el Barrio Norte no se había extendido a la zona y estaba habitado por madereros, talabarteros, cocheros, carreros y otras expresiones obreras y gremiales de la época.
Por aquí pasaron, además, el diputado nacional Silvio L. Ruggieri, la doctora Alicia Moreau de Justo y el cooperativista Máximo Migliorini, entre otros, entre los que se cuentan por supuesto Carlos Sánchez Viamonte, y más cerca en el tiempo Norberto La Porta, quien tras un lapso en que la biblioteca cayó en un triste momento que casi la lleva a su desaparición, trabajó a la par para entrar en la órbita de la CONABIP y así mostrar lo que hoy pueden ver por sí mismos, una casa creciente, pujante y llena de actividades como talleres literario, de italiano, cine, fotografía, yoga, danza, historia, psicoanálisis, entre otros, además del Cineclub La Rosa que ya tiene diez años y más de 200 funciones. Todo eso nos llevó al reconocimiento de la Legislatura porteña como “Sitio de Interés Cultural de la Ciudad de Buenos Aires”.
El apoyo de la CONABIP, junto con el de la Dirección General del Libro de la Ciudad de Buenos Aires, han sido decisivos para el resurgir de nuestra Biblioteca, y por eso decíamos que nos consideramos un ejemplo de la importancia de estas instituciones, así como del futuro de las bibliotecas populares, que hoy vuelven a ser nuevamente centros de formación y desarrollo, faros culturales en los pueblos y los barrios. Y hoy las bibliotecas brindan además servicios del siglo XXI como Internet, acceso al catálogo digital, información en redes sociales y en nuestro caso también biblioteca virtual. Además, si todo se da como lo planeamos, próximamente también tendremos una radio on line.
Por eso saludamos nuevamente a la CONABIP y sus autoridades, agradeciendo la confianza en esta Biblioteca y celebrando el día de las bibliotecas populares, cada vez más vitales.
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