de Antonio Manzini
(Black Salamandra, Buenos Aires, 2015, 256 páginas)
Esta novela policial –de amenísima lectura– participa del subgénero enigma porque todo su desarrollo conduce hacia el esclarecimiento del asesinato de un lugareño en una de las estaciones de esquí del Valle de Aosta, en los Alpes italianos. Pero también del subgénero procesal porque la investigación está a cargo de Rocco Schiavone, subjefe de la comisaría de la localidad.
En la creación de este singular héroe reside el más alto hallazgo de Manzini. Rocco es mal hablado, irónico, mujeriego, sus observaciones están cargadas de veneno, maltrata a sus subalternos y no tiene problemas en cometer actos fuera de la ley, como por ejemplo introducirse clandestinamente en la vivienda de un sospechoso o incautar un contrabando de marihuana y quedarse con la mercadería. Pero todo este conjunto de defectos deviene humorístico por sus ocurrencias, que a veces son sabias: “Los perros lo saben. Puedes leerlo en sus ojos. Deberías hacerte perro, Italo. Aprenderías un montón de cosas. Aprenderías, por ejemplo, que en la naturaleza no existe la justicia. Eso es un concepto totalmente humano. Y como todas las cosas humanas, es opinable y falaz“.
Los personajes secundarios están magistralmente tratados. El estilo del escritor es directo, conciso y de gran precisión en las descripciones, especialmente de la belleza alpina. Ha expresado que rechaza “las novelas ciegas en las que el ambiente, la estación, el clima, el paisaje están menos cuidados que las palabras”. Asimismo posee un domino estupendo de los diálogos y, con pulso firme y cortante, obtiene una narración ágil y dinámica.
Hacia la mitad de Pista Negra, la trama toma un giro inesperado relacionado con inmigrantes ilegales, un factor sorpresa que introduce el autor con suma habilidad. De igual forma la historia se abre continuamente a incógnitas y mantiene el suspenso del lector durante todo el libro.
Es óptima la traducción de Teresa Clavel Lledó.
Esta es la tercera novela del escritor, actor, director de cine y de teatro Antonio Manzini (Roma, 1964), las otras son Sangue marcio y La giostra dei criceti. Además publicó varios relatos breves, dos de ellos con Niccolò Ammaniti.
Germán Cáceres
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