de Fernando Kofman
(La Carta de Oliver, Buenos Aires, 2015, 72 páginas)
Se trata de poesía ideológica, de amplias y eruditas referencias culturales. Su carácter conceptual no le impide desarrollar un libro bello, de sólido ritmo.
Su foco es la crítica del consumismo (“Pero no es la época/ de los fascismos. /Son otros fascismos/ endulzados por el consumo.”)
Según el poeta la televisión es utilizada por el poder económico para dominar a los ciudadanos, que son sometidos mediante un régimen prácticamente policial.
Kofman es pesimista frente a la evolución de las sociedades contemporáneas, que sólo aportan tristeza y dolor: “Sólo queda el frío/ y ver en cada rostro/ que surge de la/ bruma, sus ganas de llorar.” (…) “La luz que asoma/ al final de este túnel, / no es la esperanza. / Es el camión de la/ basura. Si no me corro, /me tritura y me/ lleva con él”.
Más allá de su visión escéptica –que incluye el futuro de la Argentina-, asoman sinceras y profundas luces de optimismo que se apoyan en la dignidad humana: “El ideal no está / lejano. Sólo basta /que te lo propongas.” (…) “Una vida que sea/ una pequeña porción/ de grappa, en plena/ noche, en pleno frío, /en plena confusión.”
Se observa En el anochecer la tevé un sesgo narrativo que fortalece el profundo planteo intelectual de Kofman sobre el incierto destino del ser humano.
Más allá del carácter pensante del poemario, hay una sensible melancolía en su trasfondo: “Son gotas parsimoniosas/ como la desdicha, / que cada tanto/ en cualquier calle/ nos sorprende.”
Fernando Kofman (Posadas, Misiones, 1947) codirige desde 2005 junto a Santiago Espel la revista de filosofía y poesía FranKBaires, y anteriormente estuvo a cargo con Esteban Moore de la editorial de poesía “Calle abajo”. Entre sus libros figuran: Caída de la catedral, La insolación, El dúo de música de cámara, De Bell a Campana, Tres óperas políticas, La idea de absoluto y sus fundamentalismos, Mi primer ratón, Los valores que nos dejaron la teologías políticas y Zarza remueve, este último también publicado en Inglaterra en 2008.
Germán Cáceres
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