de Dennis Lehane
(Ediciones Salamandra S.A., Barcelona, 2014, 192 páginas)
La entrega fue llevada al cine en 2014 por el belga Michaël R. Roskam, igual que otras novelas del autor (Boston, 1965), como Río Místico (2003, de Clint Eastwood), Adiós, pequeña, adiós (2007, de Ben Affleck) y La isla siniestra (2010, de Martin Scorsese). También fue guionista de las series The Wire y Boardwalk Empire. En una entrevista realizada por Alejandro Marinelli para la revista Ñ (6.12.14), ante la pregunta sobre la razón de su éxito en el lenguaje de imágenes, respondió: “Creo que a los buenos actores les gusta jugar con mis personajes.” (…) “Son pocos los filmes –o incluso los libros-producidos en los últimos quince años que puedan competir con Los Soprano, Breaking Bad o Mad Men. La televisión es el lugar donde las historias se muestran”.
Curiosamente, el encuentro de Bob Saginowski, el protagonista, con un perro, despiertan en él sentimientos humanitarios, bastante tapados por su accionar violento fuera de la ley. Su ternura inocente deriva en el singular romance que mantiene con Nadia, una chica vulgar e inclasificable. Ciertos barrios bajos de Boston, repletos de gángsters, son dominados por la mafia chechena, para la cual asesinar cruelmente es un hábito arraigado. Se trata de criminales duros y psicópatas, sin ningún tipo de conciencia o de remordimiento.
La novela se desarrolla alrededor del Cousins` Bar, un antro sórdido, en donde Bob trabaja como camarero y se recaudan fondos provenientes de las drogas y de las apuestas clandestinas.
La prosa de Lehane es serena, pausada, de perfecta ejecución. Expone imágenes y símiles muy personales, por ejemplo: “El corazón de Bob se revolvía como un saco de hurones arrojado por la borda de un barco.”/ “Aunque no sabía cómo interpretarlo, se le indigestó en la boca del estómago, como si tuviese dentro un cangrejo asustado…” O pensamientos originales: así, el padre de Bob afirma: “En el hombre, lo peor es lo habitual. Lo mejor es mucho más insólito.” Hay muchos personajes, cuyos historiales van nutriendo la narración, bastante dialogada y con orientación conductista, ya que aquellos actúan permanentemente y la acción no se detiene. Esta novela fue abandonada por Lehane, que la retomó luego en el relato breve Rescate animal, punto de partida del guión para el filme La entrega. Abundan las elipsis de hechos no relatados, cuyas consecuencias se comentan posteriormente.
La traducción del inglés por parte de Magdalena Palmer fue trabajada con esmero.
Germán Cáceres
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