El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Esta fecha evoca las luchas que por sus derechos de acceder a la educación, a disponer de sus propios cuerpos y libertad sexual, a la participación en cuestiones sociales y políticas, etc. Las mujeres vienen librando desde hace muchos siglos.
Clara Zetkin y Rosa Luxemburgo, 1910
El día Internacional de la Mujer está en las antípodas de las cuestiones festivas y simboliza una lucha que lleva décadas y siglos.
La banalización de esta jornada no es casual, ya que detrás de esas maniobras se halla oculto un claro objetivo de silenciar e invisibilizar toda la serie de injusticias, atropellos y discriminaciones que aun padecen las mujeres en la sociedad contemporánea.
Desigualdad salarial respecto de los varones, aun desempeñando la misma tarea obstaculización del acceso a ciertas profesiones y oficios, por ejemplo el pilotaje de aviones, especialidades médicas como la cirugía y otras, etc.
En algunos países aberrantes prácticas de mutilación a las niñas en cumplimiento de atávicas costumbres religiosas.
La infame práctica de la trata de personas tiene a las mujeres como blanco predilecto, orientado hacia la prostitución.
Clara Zetkin, militante socialista alemana, editora del periódico Igualdad y compañera de acciones con Rosa Luxemburgo, fue quien impulsó en un Congreso Internacional 8 la conmemoración del 8 de Marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La iniciativa comenzó a llevarse a cabo a partir de 1911 y fue expandiéndose por todo el mundo.
Por todo lo expuesto corresponde reafirmar el sentido vindicador de 8 de marzo, dejando al margen la frivolidad de quienes lo postulan como una efeméride de festejo y no como lo que es verdadera una jornada de evocación de las luchas sociales por la emancipación integral.
Carlos A. Solero
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