Fue una decisión de la Unesco. Durante un año, la producción literaria y editorial local tendrá atención internacional. El gobierno porteño invertirá un millón de dólares.
"Dicen que en Buenos Aires no hay que salir a buscar los libros, porque los libros lo encuentran a uno." El argumento del gobierno de la ciudad convenció a la Unesco, que acaba de elegir a Buenos Aires como capital mundial del libro para 2011.
La noticia -que ayer entusiasmó al ambiente editorial local- significa que, durante un año, toda la producción literaria y de publicaciones porteña se desplegará ante el mundo, se multiplicarán aquí las actividades vinculadas con los libros y la lectura, y se estrecharán vínculos con editoriales de distintos países, que abrirán la puerta a nuevos negocios.
En la selección -que la Unesco realiza anualmente desde 2001- Buenos Aires le ganó a Caracas, La Habana, Lagos (Nigeria), Porto Novo (Benin), Sharjah (Emiratos Arabes) y Teherán.
Entre las razones para elegir la capital argentina, la Unesco rescató "la calidad y variedad de acciones que promueven la actividad literaria" en una ciudad que "cultiva la lectura y la creación como una de sus principales actividades simbólicas".
En la candidatura que presentó el gobierno porteño, se describe un panorama de la constante y creciente actividad que rodea al libro en Buenos Aires, y que va desde la multitudinaria Feria del Libro hasta la presencia de las bibliotecas populares; de las editoriales grandes y pequeñas que sostienen una producción constante a las librerías en todos los barrios; del Festival Literario de Buenos Aires a la promoción de la poesía con distintas acciones; de la Noche de las Librerías a la Semana de la Lectura en las escuelas.
La mirada del mundo
"Esta selección significa que durante un año el mundo literario y vinculado con el libro va a mirar a Buenos Aires. Las ciudades en que esto ya sucedió se posicionan internacionalmente. Es un salto cualitativo para la industria editorial", dijo a La Nación el ministro de Cultura de la ciudad, Hernán Lombardi, que motorizó la iniciativa. Desde 2001, tuvieron esta distinción, año por año, Madrid, Alejandría, Nueva Delhi, Amberes, Montreal, Turín, Bogotá, Amsterdam, Beirut este año y en 2010 será Liubliana, en Eslovenia.
La candidatura supone el compromiso de que el gobierno porteño aportará un millón de dólares durante el año para financiar actividades que propone. "También habrá aportes privados, de instituciones y de fondos internacionales", dijo Lombardi. Varias empresas acompañaron la candidatura, e instituciones como la Cámara Argentina del Libro y la de Publicaciones. Para la Unesco, el año del libro se extiende del 23 de abril de 2011 al 22 de abril de 2012, el Día Mundial del Libro y el del Derecho de Autor, respectivamente.
La novedad viene a sumarse a la visibilidad internacional que tendrá la industria editorial argentina cuando el país sea invitado de honor en la Feria de Francfort, en 2010. "Este año, en Francfort, vamos a empezar a difundir la elección de Buenos Aires para 2011", se entusiasmó Lombardi. En ese año, destacó la postulación porteña, el país recordará los 100 años del Decreto sobre Libertad de Imprenta, se celebrará además el bicentenario del nacimiento de Domingo Faustino Sarmiento y cumplirá 100 años Ernesto Sabato.
Entre las propuestas que presentó la ciudad para concretar en 2011, se destacan la apertura de una biblioteca infanto-juvenil y la creación de una biblioteca pública multilingüe. También, la realización de una colección de cien clásicos universales en formato de audiolibro, un fenómeno de difusión y ventas en varios países. En distintos espacios públicos, se representarán textos de escritores sobre la ciudad. Un festival de literatura fantástica, una publicación de poetas jóvenes y una semana de librerías en los barrios son otras iniciativas.
"Buenos Aires tiene una enorme oferta de actividades vinculadas con el libro, pero eso no está visualizado en conjunto. Esto pondrá a la industria editorial local en contacto con el mundo, sobre todo con el mercado hispano y latinoamericano", comentó Horacio García, presidente de la Fundación El Libro.
Para García, sin embargo, el mayor efecto de esta elección de la Unesco no sucederá durante 2011. "El efecto no es inmediato. Esto sirve para tejer lazos y redes que luego hay que continuar con trabajo", afirmó.
Raquel San Martín
Diario La Nación, domingo 14 de junio de 2009
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